ATENAS, 28 Abr. (DPA/EP) -
El Gobierno de Grecia ha prometido que cerrará antes de que acabe el año el campamento de refugiados de la isla de Samos, donde se han registrado varios incendios en los últimos días, presuntamente cometidos por los propios migrantes para denunciar las condiciones de este enclave.
"La situación en Samos es muy difícil. Lo cerraremos", ha declarado el ministro de Migración, Notis Mitarakis, a la cadena ERT después de visitar el campamento, situado en una zona alta junto a la localidad de Vathy. El Ejecutivo prevé levantar un nuevo complejo a unos 7 kilómetros de distancia.
En los dos días anteriores, dos incendios provocaron la destrucción de refugios, en un aparente intento para presionar al Gobierno a trasladar a la población migrante a la zona continental de Grecia. La Policía ha detenido a más de una veintena de migrantes por su presunta vinculación con los hechos.
El campo alberga en la actualidad a unas 6.800 personas, a pesar de haberse diseñado para diez veces menos. Esta saturación se repite también en otros enclaves situados en las cercanas islas de Lesbos, Cos, Leros y Quíos, punto de llegada de las pateras que zarpan desde Turquía.