MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
César Pérez, el alcalde del municipio de Los Baños, en el sur de una isla norte de Filipinas, ha sido asesinado este jueves por la noche a tiros dentro del propio Ayuntamiento, debido, según los primeros indicios, a sus posibles vínculos con el crimen organizado y el narcotráfico.
El portavoz de la Policía de la provincia de Laguna, a la que corresponde el municipio de Los Baños, Chitadel Gaoiran, ha informado de que el sospechoso, que no ha sido identificado, se acercó por detrás a Pérez y le descerrajó dos tiros a la cabeza.
Pese a los esfuerzos médicos, Pérez falleció en un hospital de Los Baños, después de media hora intentando salvar su vida, apuntan medios locales.
Pérez, quien siempre había negado las acusaciones de narcotráfico que pesaban sobre él, fue incluido en una lista de políticos con presuntos vínculos con el comercio de sustancias ilegales, ideada por el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, quien en diciembre de 2017 ya le despojó de cualquier autoridad sobre la Policía Local.
LA 'GUERRA CONTRA LAS DROGAS' DE DUTERTE
La 'guerra contra las drogas' iniciada por el presidente Duterte, tras su llegada al poder en julio de 2016, se ha cobrado ya casi 8.000 muertos, según los últimos datos ofrecidos por la Policía.
Entre septiembre y octubre, 119 sospechosos fueron abatidos en más de 9.000 operaciones policiales, según ha indicado el jefe de la Policía, Camilo Cascolan, en un informe presentado a principios de noviembre sobre sus primeros 60 días en el cargo. Estos datos elevan el total de muertes desde 2016 a 7.987, mientras que más de 1,29 millones de camellos y drogadictos se han entregado.
La Policía ha llevado a cabo un total de 234.036 operaciones y redadas desde julio de 2016 hasta octubre de este año, que se han saldado con el arresto de 357.069 sospechosos, según el citado informe, en el que Cascolan sostiene que estas operaciones deben intensificarse.
Los grupos de defensa de los Derechos Humanos han criticado la 'guerra contra las drogas' de Duterte por los presuntos abusos cometidos por las fuerzas de seguridad y el elevado número de víctimas, que consideran que en realidad podría ser el triple de la cifra oficial.
En un mensaje televisado el pasado 19 de octubre, Duterte dijo que asumía la responsabilidad de las muertes en el marco de esta campaña y que iría feliz a la cárcel por ellas. "Podéis responsabilizarme de cualquier cosa, cualquier muerte que haya ocurrido en la ejecución de la guerra contra las drogas", subrayó.