MADRID, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los expertos filipinos han rebajado de nuevo este viernes el nivel de alerta del volcán Taal, un mes después de los últimos episodios de erupciones y tormentas eléctricas que provocaron el desplazamiento de cientos de miles de personas.
El volcán, en la provincia de Batangas, a unos 66 kilómetros al sur de Manila, comenzó a expulsar enormes columnas de humo negro y vapor el pasado 12 de enero, lo que obligó a escapar a más de 376.000 personas en las localidades más cercanas.
Al menos 39 personas perdieron la vida en los centros de evacuación por intoxicación o por accidentes durante su desplazamiento, según las estimaciones del Gobierno local de Batangas.
Ahora, el último boletín del Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología (el PHIVOLCS), ha rebajado el nivel de alerta al nivel 2 tras constatar que "durante las últimas tres semanas, la actividad sismológica de la montaña ha sido cada vez menos frecuente, el suelo se ha estabilizado y las emisiones de gas y vapor en el cráter principal son más débiles".
Sin embargo, el instituto avisa de que esta disminución del riesgo "no debe interpretarse como el final de la amenaza de nuevas erupciones", y recuerda que el volcán ha entrado en erupción al menos 33 veces desde 1572, y ha exhibido indicios de actividad muchas más, que han continuado hasta 2019, antes de la última gran erupción.
El PHIVOLCS recuerda al público que, incluso en el nivel de alerta 2, pueden ocurrir explosiones repentinas impulsadas por vapor o freáticas, terremotos volcánicos, cenizas y acumulaciones letales o expulsiones de gas volcánico que pueden amenazar áreas dentro de la caldera volcánica y a lo largo de su costa.