Actualizado 16/02/2015 13:11

Fiscales argentinos enfrentan intimidación y acoso

Nisman
Foto: MARCOS BRINDICCI / REUTERS

BUENOS AIRES, 16 Feb. (Reuters/Notimérica) -  

   Los fiscales argentinos han sido siempre objeto de amenazas criminales, chantaje e intentos de homicidio, como parte de sus investigaciones a funcionarios de alto rango, grandes empresarios y criminales, pero la misteriosa muerte del fiscal Alberto Nisman ha sorprendido y conmocionado a todos.

   Nisman apareció muerto la noche previa a su cita para ampliar sus acusaciones contra la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, de intentar encubrir la supuesta participación de Irán en el atentado contra la mutual judía AMIA en Buenos Aires en 1994, en el que murieron 85 personas.

   "Se han disparado tiros a mi casa. Intentaron secuestrar a mis hijos, llenaron mi coche con boyas de pescar y amenazaron a mis padres", ha denunciado el fiscal Carlos Rívolo sobre sus investigaciones pasadas a funcionarios de alto rango, añadiendo que "hasta ahora no había habido ninguna muerte".

   Rívolo forma parte de un grupo de fiscales que frecuentemente ha tenido disputas con el Gobierno y que ha convocado a una marcha de silencio en Buenos Aires este miércoles para honrar a Nisman. Casi un mes después de la muerte del fiscal federal, todavía no se sabe si Nisman, que tenía dos hijas, se disparó en la cabeza o fue asesinado.

   La falta de explicaciones ha sido el caldo de cultivo ideal para teorías conspirativas, algunas de las cuales apuntan a Fernández de Kirchner. Sin embargo, la presidenta ha culpado a ex agentes de inteligencia que engañaron a Nisman para que presentase las acusaciones como parte de una campaña en su contra y que lo mataron cuando ya no les era de utilidad.

   "Independientemente de quién lo hizo, esta es la más escandalosa muerte política que hemos tenido en 30 años, y es por eso que todos están tan molestos", ha lamentado un fiscal que pidió no ser identificado.

   Aunque los organizadores de la marcha de este miércoles dicen que no será política, rápidamente se está convirtiendo en una plataforma de quejas sobre la intimidación contra fiscales y jueces.

   "El caso Nisman es el primero de su tipo pero puede no ser el último", ha lamentado el fiscal Carlos Stonelli, que ha solicitado al Gobierno garantizar que los investigadores puedan trabajar "con seguridad e independencia, incluso cuando lo está investigando".

   Cuando se designa a un fiscal para investigar, frecuentemente resulta intimidado y los casos se cierran. "Claramente hay una gran intromisión en los casos de alto perfil político", ha denunciado una fuente diplomática. Por su parte, las encuestas muestran que la mayoría de los argentinos duda que algún día se llegue a saber la verdad sobre la muerte de Nisman.

UNA MUERTE SIN ACLARAR

   La fiscal Viviana Fein sugirió pocas horas después del hallazgo del cadáver de Nisman, que podía tratarse de un suicidio. Sin embargo, fuentes judiciales que tuvieron acceso a las conclusiones de la autopsia han explicado al diario argentino 'Clarín' que la teoría del suicidio debería ser descartada.

   Las fuentes consultadas señalaron como principal argumento para descartar un suicidio la trayectoria ascendente de la bala que ingresó a la cabeza de Nisman y que en definitiva provocó su muerte. Ese recorrido de la bala no coincidiría con los parámetros que se dan en los casos de suicidio.

   Además de la trayectoria ascendente del balazo, han mencionado puntualmente el hecho de que el arma no estuviera pegada a la cabeza de la víctima, sino a una distancia de entre uno y tres centímetros, y la ausencia de pólvora en las muestras tomadas de la mano derecha del fiscal.