BUENOS AIRES, 25 Jun. (Notimérica) -
Quien hasta hace unas semanas fuera precandidato del Frente para la Victoria (FpV) a presidente, Florencio Randazzo, se ha convertido en el blanco de las críticas de importantes figuras del 'kirchnerismo' por no haber aceptado la candidatura a gobernador de Buenos Aires que le ofreció la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
En el 'kirchnerismo', como su nombre indica, las decisiones importantes han de venir siempre avaladas por la autoridad de la presidenta, a la que funcionarios de calado llaman en público "la jefa del movimiento", y cualquier acto de rebeldía interna no es fácilmente perdonado.
"Se hace lo que dice el líder, que siempre tiene razón", dijo el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, que criticó a Randazzo por creer "que estaba por encima del proyecto".
Hace tan sólo unas semanas, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, hacía campaña en las primarias del FpV como el candidato que mejor representaba los ideales 'kirchneristas', como el verdadero continuador de las políticas de Néstor y Cristina Kirchner.
Enfrente tenía al gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, un 'peronista' tradicional al que los medios del 'kirchnerismo' más acérrimo vendían como un colaborador de los enemigos de la patria y lo equiparaban con los candidatos de la oposición.
Sin embargo, Fernández de Kirchner tenía otros planes. La semana pasada, Scioli anunció que el secretario de Legal y Técnica de la presidenta, Carlos Zannini, un 'kirchnerista' del núcleo duro que ha trabajado siempre con el matrimonio Kirchner, lo acompañaría en la boleta como vicepresidente.
Al día siguiente, la presidenta convocó a Randazzo y le comunicó que debía bajar su candidatura: el 'kirchnerismo' no tendría primarias. A cambio, le ofreció presentarse a las primarias para gobernador de Buenos Aires, pero el ministro se mostró firme en su decisión: "O me presento a presidente o no me presento a nada", había dicho anteriormente.
Este desaire a la voluntad de la líder del movimiento causó un gran revuelo tanto dentro como fuera del 'kirchnerismo': desde la oposición, incluso, dijeron que Randazzo había mostrado dignidad. Menos amables son las palabras que llegan desde su lado, donde ahora se ha convertido en un proscrito.
"UN EPISODIO PENOSO"
"Ha sido un episodio penoso", dijo sentenciosamente la actual embajadora de Argentina ante la OEA y ahora candidata a diputada por el FpV, Nilda Garré: "Ésta no es la forma en la que uno renuncia a una candidatura".
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, fue muy duro con el ministro: "Si usted va a condicionar a la Presidenta para participar, no son así las reglas del juego. Las condiciones en todo caso las pone la jefa del movimiento".
El secretario de Seguridad, Sergio Berni, se sumó a las críticas al señalar que Randazzo había hecho el ridículo con su desaire a la presidenta: "Se vuelve de cualquier lugar, menos del ridículo".
Varios miembros del FpV hicieron hincapié en el egoísmo de Randazzo, al señalar que "la política no se puede pensar en términos personales, hay que pensar en proyectos colectivos", como dijo el precandidato a vicegobernador de Buenos Aires, Martín Sabbatella.
En los medios ya circulan numerosas historias sobre la intención de Randazzo de dimitir como ministro de Interior y Transporte, cargo que utilizó para hacer campaña, pero desde el Gobierno querrían evitar esta decisión para no darle más pólvora a la oposición.