Moscú niega cualquier responsabilidad en estas acciones, atribuidas a la Inteligencia rusa
MADRID, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido han acusado a los servicios de Inteligencia de Rusia (GRU) de perpetrar a finales de octubre un ciberataque contra Georgia que habría afectado a numerosas páginas web, entre ellas varias del Gobierno, e interrumpido la emisión de al menos dos cadenas de televisión.
El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, ha asegurado que este ciberataque "contradice los intentos de Rusia de venderse como un actor responsable en el ciberespacio", en la medida en que no hace sino reiterar comportamientos "imprudentes" por parte del GRU.
"Estas operaciones pretenden acentuar la división, crear la inseguridad y perjudicar las instituciones democráticas", ha advertido Pompeo, que ha instado a Rusia a "cesar su comportamiento en Georgia y otros lugares". "La estabilidad del ciberespacio depende del comportamiento responsable de las naciones", ha añadido.
En la misma línea, el ministro de Exteriores de Reino Unido, ha recriminado a la Inteligencia rusa su "campaña temeraria y desvergonzada" contra "un país soberano e independiente" como Georgia. Se trata, a su juicio, de algo "totalmente inaceptable", por lo que ha instado a Rusia a respetar el Derecho Internacional.
Tanto Washington como Londres han aprovechado la ocasión para reafirmar su apoyo a las autoridades georgianas, a las que incluso han ofrecido ayuda para proteger su infraestructura cibernética de nuevos ataques. Reino Unido considera que se trata del primer gran ciberataque del GRU desde 2017, cuando supuestamente perpetró dos acciones contra Ucrania.
RUSIA LO NIEGA
El Gobierno ruso ha reaccionado por boca de su viceministro de Exteriores, Andrei Rudenko, para desmentir las acusaciones. "Rusia no ha tenido ni tiene la intención alguna de intervenir en los asuntos internos de Georgia", ha dicho al ser interrogado por los periodistas, según la agencia Sputnik.
Rusia y Georgia libraron una breve guerra en el verano de 2008 por el control de dos regiones separatistas y, desde entonces, los dos países siguen igual de distanciados en términos políticos.