Publicado 17/09/2019 17:27

El Gobierno de Argelia defiende que las presidenciales convocadas para diciembre representan "el deseo de la mayoría"

MADRID, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Argelia ha defendido este martes que las elecciones presidenciales convocadas para el 12 de diciembre representan "el deseo de la mayoría de los argelinos" y ha defendido que es la vía para consolidar la "estabilidad y la seguridad" del país.

"Las elecciones presidenciales son el deseo de la mayoría de los argelinos, teniendo en cuenta que es la forma saludable para permitir a nuestro país consolidar su estabilidad", ha dicho el ministro de Comunicaciones y portavoz del Ejecutivo, Hasane Rabehi.

Así, ha destacado además la "significativa" contribución del Ejército y su "acompañamiento" a las reivindicaciones de la población, según ha recogido la agencia estatal argelina de noticias, APS.

Las palabras de Rabehi han llegado en una jornada en la que miles de argelinos se han manifestado en las calles de Argel para rechazar la convocatoria de elecciones presidenciales y para dejar claro que no acudirán a las urnas hasta que hayan conseguido la caída del régimen.

La convocatoria de elecciones ha puesto de manifiesto un nuevo desencuentro entre los manifestantes y el Gobierno. Las protestas masivas contra el régimen comenzaron en febrero y consiguieron provocar la renuncia en abril del hasta entonces presidente del país, Abdelaziz Buteflika.

Desde la dimisión del mandatario, las protestas han continuado para exigir una depuración de los miembros del régimen de Buteflika --entre ellos el presidente interino, Abdelkader Bensalá, y el primer ministro, Nurredín Bedui-- y una transición a la democracia.

Bensalá y Bedui son personas muy cercanas a Buteflika. El presidente interino ascendió al puesto tras su salida, mientras que Bedui fue nombrado primer ministro por el ahora exmandatario en medio del movimiento popular contra él.

Durante los últimos meses, el Gobierno ha detenido a altos cargos gubernamentales por cargos de corrupción y ha empezado a aumentar la presión contra los manifestantes, con arrestos de varios de sus líderes y un mayor despliegue policial en las movilizaciones.

Los activistas temen que el país termine siguiendo los pasos de Egipto, donde la 'Primavera Árabe' provocó la caída de Hosni Mubarak en 2011 y llevó al poder, tras la celebración de elecciones, a Mohamed Mursi, de Hermanos Musulmanes.

Mursi, quien se convirtió así en el primer presidente electo del país, terminaría siendo depuesto por el Ejército, con Abdelfatá al Sisi al frente, tras semanas de manifestaciones en su contra. Al Sisi, elegido como presidente en 2014, ha obtenido este año su reelección.