Publicado 14/04/2020 12:51

El Gobierno de Bolivia acusa a personas vinculadas a Morales de atacar el Twitter de Justicia para dar 'fake news'

El ex presidente de Bolivia Evo Morales
El ex presidente de Bolivia Evo Morales - Claudio Santisteban/ZUMA Wire/dp / DPA - Archivo

Bolivia y Chile llegan a un acuerdo para resolver la situación de los bolivianos varados en la frontera

MADRID, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno interino de Bolivia ha acusado a personas vinculadas al anterior Ejecutivo de Evo Morales de atacar la cuenta oficial de Twitter del Ministerio de Justicia para difundir información falsa sobre la pandemia de coronavirus en el país.

Los hechos se remontan al sábado, cuando se difundió por el Twitter de Justicia una supuesta lista con las personas infectadas por el coronavirus en Bolivia. El Ministerio borró el 'tweet' con el listado de pacientes de Covid-19 y anunció que su cuenta oficial en la red social había sufrido un ataque informático.

Sin embargo, la ministra de Comunicación, Isabel Fernández, informó el lunes en rueda de prensa de que "un análisis forense" ha determinado que la publicación fue obra de la cuenta perteneciente a @SoyUnCocodriloS, que no tuvo necesidad de 'hackear' al Ministerio de Justicia porque "tenía todas las autorizaciones para entrar".

Fernández indicó que, puesto que técnicamente "no hubo un 'hackeo'", las sospechas se dirigen contra "una persona relacionada con el anterior Gobierno". "Seguramente era funcionario del Ministerio de Justicia", apuntó.

La ministra mencionó directamente a José Daniel Llorentti, al que la agencia de noticias oficial ABI ha definido como "uno de los guerreros digitales más activos del régimen del ex presidente Evo Morales". Contra él ya pesa una orden de detención por delitos informáticos y el Ministerio de Justicia ha anunciado que añadirá otra denuncia.

"Hay otras cuentas de otras instituciones que están sufriendo este mismo tipo de ataques por esta gente que está relacionada con el Gobierno anterior y que ahora se ha dedicado a entrar a los sistemas informáticos y difundir información falsa", denunció Fernández.

Además, indicó que, ante esta serie de ataques informáticos, se han tomado "una serie de recaudos (...) para reforzar los sistemas de seguridad" de la Administración de Jeanine Áñez.

BOLIVIANOS EN CHILE

Por otro lado, el director general de Migración, Marcel Rivas, acusó directamente al último ministro de la Presidencia de Morales, Juan Ramón Quintana, de orquestar los disturbios ocurridos la semana pasada en la frontera de Chile con Bolivia.

Cientos de ciudadanos bolivianos que se quedaron varados en Chile por el cierre de fronteras a causa del coronavirus intentaron cruzar hacia su país dando lugar a un enfrentamiento con los militares que resguardaban la linde.

Entonces, Rivas ya acusó al MAS de Morales de estar detrás de los disturbios para desestabilizar al Gobierno de Áñez. Según el jefe de Migración, en realidad eran simpatizantes del MAS que viven habitualmente en Chile.

"Se han confirmado las denuncias que hemos hecho cuando hablábamos de más de 250 delincuentes que estaban infiltrados en esa movilización", dijo el lunes en declaraciones a la prensa. De acuerdo con Rivas, una mujer identificada como Andrea Martínez que habría estado en contacto con Quintana "ha estado articulando este complot".

"El 19 de febrero se la detectó en la residencia de la Embajada de México reuniéndose con Juan Ramón Quintana y, después de su viaje a Chile, nuevamente en marzo se vuelve a reunir, pero esta vez con el señor Osberth Carrillo, un militante del Movimiento Al Socialismo", contó.

Rivas aseguró que, fruto de dicho "complot", militantes del MAS habrían pagado a esas personas para que provocaran los altercados en la frontera con Chile y estarían animando igualmente a residentes bolivianos en Argentina y Brasil a hacer lo mismo.

Por ello, el funcionario boliviano anunció una denuncia contra Martínez y otras 24 personas con el fin de que "sean investigados por los delitos de atentado contra la salud pública".

CAMPAMENTO EN PISIGA

Hasta la semana pasada, Bolivia estaba permitiendo el regreso de sus nacionales varados en Chile, que eran trasladados a un campamento instalado en la localidad fronteriza de Pisiga, en suelo boliviano, para pasar allí la cuarentena obligatoria por el coronavirus.

Sin embargo, el ministro de Defensa, Fernando López, indicó que los retornos habían cesado porque el campamento de Pisiga estaba desbordado. El alcalde de la localidad chilena de Colchane, Javier García, anunció el lunes que los bolivianos atrapados serían trasladados a un albergue en Iquique hasta que pudieran regresar a su país.

Posteriormente, el ministro de Exteriores chileno, Rodrigo Rivera, ha anunciado un acuerdo con su homóloga boliviana, Karen Longaric, para que los bolivianos en Colchane serán trasladados a Iquique para que pasen allí la cuarentena. Ya han llegado unas 430 personas en más de 40 autobuses, ha precisado.

No obstante, el canciller chileno ha apostillado que, una vez vuelvan a Bolivia, tendrán que guardar una cuarentena de menor duración, unos siete días, en el campamento de Pisiga, según informa la Agencia Uno.

"Esto es producto de una buena relación, de un diálogo franco y constructivo con las autoridades bolivianas, y representa un mejor tratamiento, más humanitario, de las personas que estaban alojando en la altura sin mayor protección personal", ha destacado.

Por su parte, Longaric ha confirmado esta información, resaltando que "en ningún momento el Gobierno boliviano ha abandonado a nuestros compatriotas". "Esto significa que no hay bolivianos de primera, ni de segunda", ha enfatizado.