MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Líbano ha aprobado este jueves su programa, que incluye un plan de rescate económico para intentar sacar al país de la grave crisis en la que está sumido, si bien debe lograr ahora la confianza del Parlamento en una votación que tendrá lugar la semana que viene.
El Consejo de Ministros ha aprobado el documento "de forma unánime" después de que se introdujeran algunas "enmiendas técnicas" a raíz de "observaciones hechas por especialistas", según ha indicado la ministra de Información, Manal Abdul Samad.
Abdul Samad ha destacado que el primer ministro, Hasán Diab, ha hecho hincapié durante la sesión en que el documento "será un modelo para los próximos gobiernos", según ha informado el portal libanés de noticias Naharnet.
Además, ha desvelado que el presidente, Michel Aoun, ha apuntado que "una vez el Gobierno pase la cuestión de confianza, es necesario empezar a trabajar inmediatamente para compensar el tiempo perdido".
El mandatario ha hecho así referencia a los tres meses que pasaron desde la dimisión del ex primer ministro Saad Hariri y la formación del nuevo Ejecutivo encabezado por Diab.
"La confianza principal que necesitamos es la de la población y el Parlamento. Recuperaremos la confianza internacional cuando puedan palpar las reformas que vamos a aplicar", ha defendido la ministra de Información.
El documento político aprobado durante la jornada recoge las políticas que llevará a cabo el Ejecutivo durante su mandato, incluido un plan de rescate económico para Líbano, sumido en una crisis económica y financiera sin precedentes.
El presidente del Parlamento, Nabih Berri, ha detallado que el Gobierno será sometido a la moción de confianza durante una sesión de dos días que se celebrará el 14 y el 15 de febrero, tal y como ha recogido la cadena de televisión libanesa LBCI.
Las protestas a nivel nacional que llevaron a la caída del Gobierno de Hariri han continuado en el país en rechazo a Diab e incluso derivaron en graves disturbios durante los días posteriores a su nombramiento, que fue rechazado por los manifestantes.
Asimismo, los manifestantes criticaron que el Parlamento aprobara a finales de enero los Presupuestos en una polémica sesión, rechazada por varios partidos políticos que consideran que el nuevo Gobierno no podía debatir este asunto hasta que no haya obtenido la confianza del propio Parlamento.
En el centro de las críticas estaba además el hecho de que el borrador de Presupuestos fue presentado el año pasado por el Gobierno de Hariri y no contempla por tanto la deteriorada situación económica que sufre Líbano en estos momentos.
El país cuenta con una de las deudas públicas más elevadas del mundo, por encima del 150 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), mientras que el déficit llegó al once por ciento en 2018. Asimismo, la moneda nacional, que había estado igualada al dólar desde 1997, perdió cerca del 60 por ciento de su valor en las últimas semanas.