MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Perú ha destacado este miércoles que ofrecerá "todas las garantías" necesarias para asegurar la transparencia de las elecciones legislativas previstas para el próximo 26 de enero tras la disolución del Congreso.
El nuevo primer ministro, Vicente Zeballos, ha indicado que las autoridades "garantizan un comportamiento neutral del poder ejecutivo" y ha anunciado que ningún miembro del Ejecutivo se presentará como candidato a los comicios, según ha informado la agencia de noticias Andina.
"Daremos todas las facilidades que requieran los entes electorales para que estas elecciones se realicen en un espacio democrático, transparente, con amplia publicidad y participación de la ciudadanía", ha afirmado durante una reunión con la prensa.
El dirigente, que asumió el cargo la semana pasada tras la renuncia de Salvador del Solar, ha descartado enfáticamente que el Gobierno vaya a presentar una lista parlamentaria a los comicios.
"Lo descartamos", ha afirmado Zeballos antes de agregar que "el Gobierno va a asumir una posición de neutralidad, de mucha responsabilidad" porque está "comprometido en que sea un proceso transparente".
"El Gobierno y el Estado en su conjunto no se va a involucrar a ningún nivel", ha dicho antes de reiterar que la decisión de cerrar el Congreso estuvo "enmarcada en el carácter constitucional". Así, ha recalcado que, a pesar de la crisis política, "la dinámica que se da en el país viene funcionando de la mejor manera".
En este sentido, ha asegurado que el Gobierno tiene que asumir ahora "tareas bastante complejas, pero que encierran mucha responsabilidad", como dar la Ley del Presupuesto nacional para 2020, que quedó pendiente de ser debatida y aprobada por el anterior Parlamento.
"Como poder ejecutivo vamos a seguir los procedimientos que impliquen racionalidad, ponderación y transparencia", ha comentado antes de reiterar que informarán a la opinión pública sobre todas esas medidas.
CRISIS POLÍTICA
La crisis política en Perú alcanzó un nuevo máximo el pasado 26 de septiembre, cuando el Congreso tumbó la reforma constitucional y el consecuente adelanto electoral que buscaba el Gobierno.
Vizcarra respondió con una maniobra política para, al menos, adelantar la cita con las urnas. Así, el primer ministro, Salvador del Solar, lanzó una cuestión de confianza con la intención de que fuera rechazada, porque el segundo 'no' del Legislativo al Ejecutivo obliga a disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas. El Gobierno ya recibió su primer rechazo durante la Presidencia de Pedro Pablo Kuczynski.
Los diputados se negaron a debatir y votar la cuestión de confianza y Vizcarra contraatacó cerrando el Congreso y convocando elecciones anticipadas al interpretar que de esta forma sus señorías habían retirado la confianza a su Gabinete. El Parlamento tampoco se quedó atrás y cesó al presidente por "incapacidad moral".
La vicepresidenta, Mercedes Aráoz, accedió a asumir la Presidencia de forma interina, aunque apenas 24 horas después anunció su "renuncia irrevocable", mientras que Olaechea se ha negado a ocupar la vacante porque no tiene el apoyo de la Policía y las Fuerzas Armadas, alineados con Vizcarra. Así las cosas, el presidente se mantiene en el cargo con un nuevo Gobierno.