Publicado 19/02/2019 14:26

González pide a la UE que favorezca una solución "latinoamericana" en Venezuela, a cargo del Grupo de Lima

Felipe González entrevistado por la Fundación Felipe González
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   Luis Almagro coincide con el expresidente en que no se dan las condiciones para una intervención extranjera en el país

   MADRID, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

   El expresidente del Gobierno español Felipe González cree que la respuesta a la crisis en Venezuela pasa por una solución regional, "cuya esencia está en el Grupo de Lima", así que ha pedido a la UE que ponga el foco en fortalecer esta vía, para que el conflicto no pase de ser un conflicto regional a un problema global.

   "La menor distorsión posible sería una respuesta latinoamericana, con apoyo solidario de la UE, Canadá y, con matices, del consenso entre republicanos y demócratas de Estados Unidos", ha dicho González durante su participación en un panel sobre el Estado de Derecho en América Latina con motivo del World Law Congress, el Congreso Jurídico Mundial que se celebra en Madrid.

   En un reciente artículo en el 'New York Times', González alegaba que no se puede permitir que Venezuela se convierta en una pieza más de la "pequeña Guerra Fría" entre Estados Unidos, Rusia y China. Por eso, pedía a la UE que abra espacios al Grupo de Lima.

   También, que se sume al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, "a la causa de la democracia en Venezuela y hacer ver al régimen cubano que no puede mantener más tiempo su injerencia en Venezuela ni seguir parasitando sus recursos". El expresidente ha insistido este martes en que "lo más difícil de manejar es Cuba", que además ahora está en un "segundo plano" mientras el mundo mira a Venezuela y a Nicaragua.

   González ha pedido "actuar con mucha firmeza" en esa dirección y "apretar al máximo" para conseguir la salida de Nicolás Maduro y ha admitido que eso no se consigue "soplando al aire" sino que "hay que hacer mucho".

NEGOCIAR LA SALIDA DE MADURO

   El expresidente ha reconocido que en algún momento puede ser "necesario negociar la salida" del líder bolivariano, pero ha advertido de que otras cosas no se pueden negociar: ni los derechos constitucionalmente reconocidos, ni la legitimidad de la Asamblea Nacional, ni tampoco "comerciar" con los presos políticos y los exiliados.

   Sin embargo, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, ha advertido de que "Maduro tiene un problema para negociar su propia salida", concretamente lo que ha calificado de acuerdos "de tipo mafioso" con grupos como el ELN, los cárteles mexicanos, el narco o los "amigos de Hezbolá". "Su debilidad es lo que lo sostiene, es la razón por la que es difícil lograr una solución política", ha dicho Almagro.

   Tanto él como González se han mostrado en contra de una intervención extranjera en Venezuela. El expresidente español cree que hasta una intervención por razones humanitarias traería "más amenaza de efectos negativos que positivos". En su texto en el 'New York Times', ha relatado, afirma que Estados Unidos ya ha cubierto su cupo de intervenciones militares en el continente.

   Por eso, ha apostado por darle el "máximo protagonismo a la región para dimensionarlo como lo que es y evitar algunas de las excusas y de los males mayores que se pueden producir por decisiones no suficientemente pensadas".

   Por su parte, Almagro ha recordado que en el Derecho Internacional no existe una "responsabilidad de proteger la democracia" y, en todo caso, cree que no se dan las condiciones para hacerlo en Venezuela porque, a su juicio, lo que hay es "un proceso de transición democrática que hay fortalecer y no debilitar".

   Así, ha incidido en que el poder del presidente encargado del país, Juan Guaidó, se basa en la propia Constitución bolivariana y ha asegurado que la OEA velará porque se cumpla la Constitución. "Cualquier invento raro que se quiera perpetrar no amparado en la Constitución no será de recibo", ha señalado. Almagro ha explicado que las elecciones no tiene que convocarlas Juan Guaidó, sino el Consejo Nacional Electoral cuando se cree.

"ESPERANZA ANGUSTIADA"

   Dos semanas después de que la mayor parte de países de la UE hayan reconocido a Juan Guaidó como presidente encargado, González ha descrito la situación actual como de "esperanza angustiada", porque está convencido de que lo ocurrido no es reversible pero tampoco tiene claro que vaya a desencadenarse la solución "deseable", pacífica y sin represión ni violencia.

   En ese sentido, ha dejado claro que él no es partidario de un golpe de Estado, y cree que bastaría con que los militares dejasen de apoyar a Maduro "cumpliendo la Constitución bolivariana". "Los tiempos de la Justicia y de la diplomacia son más lentos que el dolor de las personas pero eso no debe ser una excusa para detener nuestros esfuerzos", ha dicho, por su parte, Almagro.

   González también ha relativizado las opiniones de quienes creen que España debe ejercer un liderazgo, porque España es "un país mediano", pero sí ve natural que otros países europeos quieran conocer el análisis de España y cree que el país tiene ahí una oportunidad para su propia relevancia internacional.