Actualizado 28/08/2015 10:19

Pérez Molina descarta renunciar y dice que se enfrentará al antejuicio

Asegura que sigue en el país y pide a los guatemaltecos "calma" y respetar la ley

   MADRID, 28 Ago. (Notimérica/EP) -

   El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina ,ha rechazado rotunda mente presentar su dimisión pese a que unos 100.000 guatemaltecos se han manifestado este jueves en la capital para reclamárselo y se ha mostrado dispuesto a hacer frente a un antejuicio porque no tiene "nada que esconder".

     También la Procuraduría General de Guatemala ha recomendado a Otto Pérez Molina que "presente su renuncia al cargo" después de que este martes la Corte Suprema de Justicia (CSJ) avalara la celebración de un juicio político o 'impeachment' contra el mandatario por su presunta implicación en la trama de sobornos aduaneros del caso 'La Línea'.

   El mandatario ha roto su silencio en una entrevista concedida a Radio Sonora en la que ha asegurado que continúa en Guatemala: "no voy a esconderme". Pérez Molina ha reconocido que tiene dos opciones "una es renunciar y otra es seguir al frente del país y enfrentar el proceso de antejuicio".

   "Yo tomé la decisión de enfrentar el proceso de antejuicio porque no tengo nada que esconder y rechazo categóricamente los señalamientos del Miniterio Público y la CICIG", que le han acusado de estar implicado en una trama corrupta conocida como 'La Línea'.

   "No tengo ninguna vinculación con eso, pero reconozco que no soy perfecto y se han cometido errores, como cualquier guatemalteco, pero lo importante es reconocerlos, enmendarlos y seguir para adelante", ha sostenido el presidente.

   Precisamente este jueves se ha instalado la comisión parlamentaria que se encargará de decidir si retira la inmunidad a Pérez Molina para que pueda ser investigado por el caso 'La Línea', tal y como han recomendado la Fiscalía y el CICIG --organismo adscrito a la ONU-- y ha avalado el Supremo.

   Si los legisladores deciden arrebatar a Pérez Molina su fuero presidencial, podría ser sometido a un juicio político ('impeachment') en el Parlamento que, de prosperar, obligaría a formar un Gobierno interino entre el 6 de septiembre --jornada electoral-- y el 14 de enero, cuando acaba oficialmente su mandato.

LLAMAMIENTO A LA CALMA

   Por otra parte Pérez Molina ha hecho un llamamiento a los guatemaltecos, que este jueves se han dado cita en Ciudad de Guatemala y otras ciudades del país en el último día del paro nacional convocado para reclamar su renuncia. Según el diario 'Prensa Libre', unas 100.000 personas han participado en la protesta en el centro de la capital, donde todavía permanecerían algunas personas.

   "Lo que les pido es su paciencia, paz y serenidad" y, sobre todo, el respeto de la ley porque, ha dicho, "no podemos tratar de arreglar las cosas rompiendo las leyes, eso es lo peor que podemos hacer".

   También se ha dirigido a los que se han manifestado. "A todos los que vinieron a hacer sus protestas, respeto su derecho, respeto la libertad y un derecho constitucional de una demanda que pueden hacer", ha afirmado, recordando que en todo caso la dimisión es una decisión que le corresponde a él.

   La otra opción, ha insistido, es "respetar la ley y la ley se respeta siguiendo el debido proceso y ese proceso está caminando", en referencia a la decisión de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) este martes de avalar la celebración de un juicio político ('impeachment') contra él y la formación de una comisión especial en el Congreso que determine la responsabilidad de Pérez Molina en 'La Línea' y, en su caso, recomiende el juicio político en su contra.

'LA LÍNEA'

   Si bien los casos de corrupción se han sucedido durante el Gobierno, 'La Línea' ha tocado de muerte de Pérez Molina y su equipo de confianza. Hasta ahora más de diez ministros y altos cargos han tenido que dimitir ante la presión popular.

   La trama en la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) se destapó el 16 de abril gracias a unas escuchas practicadas durante meses por la CICIG y la Policía, según las cuales había una estructura criminal encargada de cobrar sobornos en las aduanas para favorecer la importación de ciertos productos y evitar el pago de impuestos a otros.

   Las escuchas revelaron que los cabecillas de esta red de sobornos eran un hombre y una mujer a quienes los interlocutores se referían como 'el uno' y 'la dos', entre otros apodos, lo que recondujo las sospechas hacia Pérez Molina y su vicepresidenta, Roxana Baldetti.

   Baldetti, que tuvo que dimitir el 9 de mayo tras perder su inmunidad, ha sido detenida e imputada por tres cargos de corrupción. Ahora espera en prisión preventiva la resolución de un proceso judicial que se augura largo.