La ONG lamenta la impunidad imperante y reclama que se ponga fin a estos abusos ante la celebración de elecciones en 2020
MADRID, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
Al menos 70 manifestantes han muerto en protestas contra el presidente Alpha Condé en Guinea desde enero de 2015, según ha denunciado este miércoles Amnistía Internacional (AI), que ha expresado su temor a que las crecientes violaciones de los Derechos Humanos en el país empeoren ante la celebración de elecciones presidenciales en 2020.
En su informe 'Guinea: Banderas rojas ante las elecciones presidenciales de 2020' documenta el deterioro de la situación de Derechos Humanos en el país entre enero de 2015 y octubre de 2019, incluida la muerte de 70 manifestantes y viandantes y al menos tres miembros de las fuerzas de seguridad.
"Nueve manifestantes murieron el mes pasado durante manifestaciones contra la potencial revisión de la Constitución para permitir a Condé optar a un tercer mandato", ha denunciado la directora para África Occidental y Central de AI, Marie-Evelyne Petrus Barry.
Además, "líderes de movimientos a favor de la democracia y decenas de manifestantes fueron detenidos", lo que constituye, según la responsable de Amnistía, "una afrenta a los Derechos Humanos y un brutal intento por parte de las autoridades de silenciar la disidencia".
En este sentido, ha defendido que "las autoridades deben hacer todo lo posible para rebajar las tensiones, proteger los Derechos Humanos y salvar vidas antes, durante y después de las elecciones". Por ello, ha pedido al Gobierno de Condé que "ponga fin a su régimen de miedo y represión enmendando la legislación sobre el uso de la fuerza para hacer frente a reuniones públicas y sacar a las Fuerzas Armadas de las zonas de protesta".
En su informe, Amnistía ha reconocido que aunque no ha podido confirmar las circunstancias de las 70 muertes, los testimonios de personal médico, testigos y el tipo de munición empleada indican que al menos 59 de ellos habrían muerto a manos de la Policía y la Gendarmería. Entre ellos figura un niño de 7 años alcanzado por una bala en octubre de 2015.
SUPRESIÓN DE LA DISIDENCIA
Por otra parte, un buen número de manifestaciones han sido prohibidas de forma arbitraria por el Gobierno en los últimos años, mientras que defensores de los Derechos Humanos, incluidos periodistas, siguen siendo citados, detenidos o arrestados por la Policía "simplemente por ejercer sus derechos a la libertad de expresión y reunión pacífica", ha denunciado Amnistía.
Solo desde el pasado 12 de octubre, al menos 60 miembros del Frente Nacional para la Defensa de la Constitución, un grupo a favor de la democracia, han sido detenidos y cinco de sus líderes fueron condenados a penas de hasta un año de cárcel por llamar a la protesta pacífica.
A esto se suma que las cárceles están superpobladas y casos documentados de tortura y maltrato, en particular bajo custodia policial, como palizas, violaciones, quemaduras o privación de sueño. Según la ONG, al menos 109 personas han muerto mientras estaban detenidas en el periodo analizado.
Por otra parte, Amnistía ha denunciado la impunidad imperante en el país. Según ha explicado, los familiares de los muertos durante las protestas han presentado decenas de denuncias contra la Policía, en algunos casos con datos específicos como nombres y número de matrícula, pero solo uno de estos casos ha llevado a procedimientos judiciales. Así, en febrero de este año un capitán de la Policía fue condenado por matar a un viandante en 2016 durante protestas.
Por todo ello, Petrus Barry ha pedido a las autoridades de Guinea que "envíen un mensaje claro de que las violaciones de los Derechos Humanos no serán toleradas" en aras de poner fin al ciclo de violencia ante las elecciones de 2020. "Las autoridades deben dejar de amordazar y suprimir las voces disidentes", ha conminado.