Publicado 24/09/2020 21:23

Hadi dice que los huthis rechazan "la mano tendida a la paz" y les acusa de "chantaje" con la ayuda humanitaria en Yemen

Yemen.- Hadi dice que los huthis rechazan "la mano tendida a la paz" y les acusa
Yemen.- Hadi dice que los huthis rechazan "la mano tendida a la paz" y les acusa - Michael Hanschke/dpa - Archivo

MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Yemen reconocido internacionalmente, Abdo Rabbu Mansur Hadi, ha afirmado este jueves que los huthis han rechazado la "mano tendida para la paz" por parte de su Gobierno y ha reclamado a los rebeldes que no utilicen el asunto de la ayuda humanitaria a la población como una forma de "chantaje".

Hadi se ha dirigido a la Asamblea General de Naciones Unidas para pedir ayuda a la comunidad internacional ante el conflicto y la crisis económica en el país, al tiempo que ha denuncias las "tragedias, torturas y duras condiciones de vida provocadas por una guerra provocada por la milicia golpista huthi, apoyada por Irán".

"Extendimos nuestra mano para la paz e hicimos todo lo posible para apoyar y facilitar los esfuerzos de la ONU y su enviado a nuestro país, Martin Griffiths, y sus predecesores para salvar el país y lograr una paz exhaustiva y permanente que ponga fin al derramamiento de sangre yemení y la tragedia en Yemen", ha manifestado.

Así, ha criticado la "total intransigencia" mostrada por los huthis e Irán y ha criticado que los rebeldes "han aprovechado esto para movilizarse e incrementar sus ataques contra provincias y ciudades y para cometer más masacres contra los civiles en Yemen".

"Lo que se ve a día de hoy es un brutal recrudecimiento (del conflicto) por parte de estas milicias, especialmente en las provincias de Marib, Al Jauf y Baida, donde la milicia ha llevado a cabo una brutal campaña militar desde hace meses", ha sostenido, según una transcripción del discurso facilitado por la Presidencia yemení.

Hadi ha acusado a los huthis de llevar a cabo ataques con misiles balísticos contra barrios residenciales y provocar el desplazamiento de "millones" de desplazados, al tiempo qu eha cargado contra los ataques de los rebeldes contra territorio saudí, país que encabeza la coalición internacional que respalda al presidente.

Por ello, ha pedido una "presión decisiva" sobre los rebeldes e Irán "para aplicar las resoluciones del Consejo de Seguridad (de la ONU) y detener el acoso, el derramamiento de sangre y la destrucción, así como para permitir la entrega de ayuda humanitaria a todos los yemeníes":

En este sentido, ha solicitado a la comunidad internacional que "no permita que los huthis conviertan la situación humanitaria en una posibilidad de chantaje al Gobierno y a la comunidad internacional", antes de incidir en que la población "atraviesa unas condiciones difíciles y duras a causa de la guerra impuesta por los huthis".

El presidente yemení ha denunciado además que desde que los huthis se hicieron con el control de la capital, Saná, y otras zonas del país "han eliminado el clima político, han ahogado las libertades públicas, han llevado redadas en viviendas, atacado escuelas y lugares de culto, perseguido a las voces críticas, abusado de los ciudadanos y han convertido Saná, que tiene una historia de civilización y coexistencia, en una gran cárcel".

Por último, ha dado las gracias a la coalición encabezada por Arabia Saudí por su apoyo a su Gobierno y ha aplaudido la labor de los países donantes y las organizaciones humanitarias que trabajan "ante el chantaje, las restricciones y el bloqueo" para intentar "aliviar la tragedia humana que experimenta el pueblo yemení".

CERCA DE MIL ATAQUES CONTRA GRANJAS

En este sentido, un informe publicado este mismo jueves por el Civilian Impact Monitoring Project (CIMP) ha resaltado que las granjas del país han sido alcanzadas por más de 900 bombardeos y ataques con artillería durante los últimos tres años, lo que ha incrementado la crisis alimentaria que atraviesa el país.

Así, recoge que desde enero de 2018 se han producido 348 bombardeos y 570 ataques con artillería contra granjas yemeníes, lo que implica una media de un incidente al día, sucesos en los que además han muerto civiles y ha provocado que los granjeros abandonen los campos.

"La violencia que ha golpeado a más de 900 granjas es parte de un patrón más amplio en el que una guerra sin sentido está destrozando la capacidad de Yemen para alimentarse", ha sostenido Jan Egeland, secretario general del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC).

"Barcos de pesca han sido hundidos, los mercados han sido diezmados, los molinos de harina han sido destruidos. Esto corta el sustento de millones de personas. Los granjeros que podrían entregar una comida vital han sido bombardeados y asesinados mientras cultivaban sus campos", ha lamentado.

Así, Egeland ha advertido de que "los yemeníes no están cayendo en la hambruna, están siendo empujados al abismo por hombres con armas y poder". La situación ha provocado además un desplome de la moneda local y un incremento de los precios de los alimentos, un 140 por ciento más elevados que antes de la guerra.

"Las autoridades militares y políticas en Saná y Adén y los estados miembro que han dado apoyo para este conflicto (...) deben presionar para un alto el fuego inmediato. Los países del Golfo y los donantes occidentales deben restaurar su financiación a los niveles del año pasado para que la recortada respuesta humanitaria pueda ser incrementada de nuevo", ha zanjado.

Naciones Unidas apuntó la semana pasada al deterioro de la situación y el incremento de los combates ante el fracaso de los esfuerzos internacionales para lograr un alto el fuego, al tiempo que alertó de que "el fantasma de la hambruna" ha vuelto a Yemen.

Las fuerzas leales al Gobierno yemení y los huthis llevan combatiendo desde finales de 2014, en una guerra que ahora se considera un conflicto de poder entre las dos principales potencias rivales de la región, Arabia Saudí e Irán.

Un equipo de expertos en Derechos Humanos de Naciones Unidas denunció la semana pasada que los dos bandos enfrentados han cometido graves crímenes durante el conflicto y abogó por que los responsables sean procesados ante el Tribunal Penal Internacional (TPI).