MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal de Apelación de Puerto Príncipe ha aplazado al 21 de febrero la vista en la que se decidirá el posible procesamiento del exdictador haitiano Jean Claude Duvalier, alias 'Baby Doc', acusado de crímenes contra la Humanidad y malversación de fondos públicos y ausente este jueves pese a estar citado ante la corte.
Duvalier heredó el poder de su padre, François Duvalier, en 1971 y gobernó Haití hasta que fue depuesto por un golpe militar en 1986, precisamente el 7 de febrero de ese año. Coincidiendo con el aniversario de su caída, 'Baby Doc' debía acudir al Tribunal de Apelación de Puerto Príncipe para asistir a una vista que podía determinar su futuro.
Una corte judicial archivó en primera instancia las denuncias más graves presentadas contra Duvalier, vinculado con supuestos crímenes de lesa Humanidad y presuntos delitos fiscales. Las víctimas recurrieron en febrero del año pasado esta primera sentencia --basada en la prescripción de los hechos-- y, tras varios aplazamientos, el Tribunal de Apelación había citado para este jueves a todas las partes.
El abogado Reynold Georges, que representa a Duvalier, ha explicado al portal de noticias AlterPresse que finalmente 'Baby Doc' acudiría a la vista para evitar "conflictos", ante la posibilidad de que se produzcan altercados, principalmente por la coincidencia de la citación con el aniversario del golpe. El propio Duvalier ha escrito una carta a los jueces en la que ha calificado de "prematura" su citación.
Finalmente, el tribunal, a petición de la defensa, ha aplazado al 21 de febrero la vista. En su decisión, los jueces han advertido expresamente a los abogados del antiguo dictador de que los representantes de la acusación --una veintena de víctimas-- tendrán derecho a presentar sus alegatos, después de que este jueves los abogados de Duvalier se hayan negado a ceder la palabra a la otra parte, informa AlterPresse.
Una fuente judicial consultada por la agencia Reuters informó a finales de enero de que Duvalier previsiblemente se enfrentará a acusaciones de corrupción y no a otras relativas a las desapariciones, torturas y asesinatos ocurridos durante su régimen. La pena máxima, en este caso, se reduciría a cinco años de cárcel.
Esta mañana, simpatizantes del antiguo dictador se han concentrado a la entrada del tribunal y han repartido papeles con su imagen como señal de apoyo.