Publicado 16/01/2020 17:12

La hija del expresidente José Eduardo dos Santos apunta que podría presentarse a la Presidencia de Angola en 2022

MADRID, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

Isabel dos Santos, hija del expresidente de Angola José Eduardo dos Santos y considerada como la mujer más rica de África, ha apuntado este jueves que podría presentarse a las próximas elecciones presidenciales, previstas para 2022, al tiempo que ha denunciado ser víctima de una persecución judicial.

Dos Santos, quien se encuentra en estos momentos en Londres, ha sostenido en una entrevista a la cadena de televisión británica BBC que su vida está en peligro si vuelve al país y se ha negado a descartar la posibilidad de ser presidenta del país.

"Liderar es servir, así que haré lo que mi vida me pida", ha señalado. "Soy una mujer de negocios. A muchas personas (...) les gusto y entienden lo que hago y creen en lo que hago", ha agregado.

"Hay miles de personas a las que dimos su primer puesto de trabajo", ha manifestado, antes de descartar que su riqueza derive del impulso dado a su carrera por su padre. Así, ha dicho que los que dicen eso son "voces desde la oposición política".

En una segunda entrevista concedida durante la jornada, en este caso a la cadena de televisión portuguesa RTP, Dos Santos ha indicado que "es posible" que se presente a las presidenciales.

En esta línea, ha argumentado que la decisión de un tribunal de Angola de congelar sus bienes y cuentas es parte de un proceso de la Justicia para "neutralizar a futuros candidatos políticos".

"Siempre he sido sometida a un gran nivel de supervisión", ha argüido, rechazando las acusaciones contra ella. "Estas acusaciones me sorprenden", ha dicho. "No se me ha dado oportunidad de defenderme", ha criticado.

"No fuimos informados de que había un procedimiento en el tribunal de Luanda. Nunca recibí una notificación (...) Nunca se nos dio la ocasión de presentar una explicación", ha señalado Dos Santos, quien ha reconocido que vive "un momento bastante difícil".

El tribunal de Luanda decretó la congelación de las participaciones de Isabel dos Santos en diversas empresas del país, incluida la compañía de telecomunicaciones Unitel y en el Banco Fomento de Angola (BFA).

Según las informaciones de la agencia estatal angoleña de noticias, ANGOP, la decisión llegó en el marco de los esfuerzos de las autoridades para recuperar cerca de 1,1 millones de dólares (cerca de 980.000 euros) que asegura que Isabel dos Santos y varios de sus socios deben al Estado.

CAMPAÑA CONTRA LA CORRUPCIÓN

José Eduardo dos Santos abandonó el cargo en 2017 tras dos décadas en el cargo y fue sucedido por Joao Loureno, un hombre de su confianza que, desde su llegada al poder, ha lanzado numerosas campañas contra la corrupción contra el círculo cercano del exmandatario.

De hecho, la orden del tribunal contra Isabel dos Santos llegó pocas semanas después del inicio del juicio por corrupción contra José Filomeno dos Santos, también hijo del expresidente, un proceso en el que también está acusado el antiguo gobernador del Banco Central Valder Filipe.

José Filomeno dos Santos, conocido como 'Zénu', está acusado de malversación y blanqueo de dinero por una transferencia de 500 millones de dólares que supuestamente hizo en septiembre de 2017 desde una cuenta del Banco Nacional de Angola a otra en el Credit Suisse de Londres.

'Zénu' era el jefe del fondo de inversión estatal de Angola, valorado en 5.000 millones de dólares, hasta que su padre dejó el cargo, el 26 de septiembre 2017.

El propio Loureno cesó en 2017 a Isabel dos Santos de su puesto como directora de la empresa petrolera estatal, Sonagol, cargo para el que fue nombrada por sorpresa por su padre un año antes.

Asimismo, la Fiscalía General de Angola anunció en febrero de 2019 que Higino Carneiro, exgobernador de la capital, Luanda, estaba siendo investigado por corrupción y resaltó que hay orden para impedir que abandone el país africano.

La Fiscalía indicó que Carneiro, quien fue nombrado para el cargo por el expresidente, es sospechoso de malversación, abuso de poder y blanqueo de dinero durante su mandato como gobernador de la ciudad.