Zelaya rechaza la amnistía y Lobo insiste en su necesidad por tratarse de "una exigencia internacional"
TEGUCIGALPA, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Congreso Nacional debatirá este martes el decreto para garantizar la amnistía política en Honduras tras el golpe de Estado del pasado 28 de junio, una amnistía que se aplicará a delitos como traición a la patria, sedición, contra la forma de Gobierno, terrorismo, violencia, vandalismo y abuso de autoridad.
El presidente del Congreso Nacional, José Alfredo Saavedra, confirmó este lunes a la emisora Radio America que el debate se ha trasladado al martes y que se limitará a la amnistía de delitos políticos y, en ningún caso, a delitos comunes.
"Hay que buscar varias maneras, varios mecanismos para poder fortalecer e impulsar lo que es la reconciliación de las familias hondureñas y si este es un tema que pudiese colaborar, entonces el Congreso Nacional tiene la obligación de abrir un debate, primero escucharnos, si es factible o no es factible la aprobación de un decreto de amnistía", explicó el presidente del Congreso.
Si el Congreso aprueba la amnistía política ello permitiría que el presidente derrocado Manuel Zelaya abandonara con seguridad la Embajada brasileña en la capital hondureña, donde Zelaya lleva refugiado desde el 21 de septiembre, cuando regresó de manera clandestina al país centroamericano.
El presidente electo en los comicios generales del pasado 29 de noviembre y líder del Partido Nacional, Porfirio Lobo, ha insistido en reiteradas ocasiones en la necesidad de aprobar esta amnistía con el objetivo de impulsar la reconciliación nacional en el país y lograr el reconocimiento internacional de su Ejecutivo.
"Es importante entender que tiene que haber un perdón de parte del Estado para los delitos políticos porque cada sector lo mira de acuerdo a su lado. Unos dicen no para que frieguen a los otros y los otros no para que frieguen a aquel. Entonces aquí, lo que le digo, es que sino se da la amnistía no hay un perdón", declaró este lunes a 'El Proceso Digital'.
En este sentido, Lobo afirmó que la amnistía "es una exigencia internacional" que debe cumplirse cuanto antes para recuperar la presencia de Honduras en la región. El mandatario electo indicó que la aprobación de la misma evidenciará que los hondureños se han perdonado, proporcionando una imagen de unidad y cohesión social al resto del mundo.
Interrogado por el nuevo panorama político del país centroamericano, que hasta la toma de posesión del 27 de enero contará con tres presidente --depuesto, interino y electo--, Lobo afirmó que la mejor salida a la crisis es un Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional en el que estén representadas todas las opciones políticas.
"Lo importante es dar una imagen de unidad de la familia hondureña. Una imagen que signifique que hay ecuanimidad, respeto a los derechos humanos, que la democracia se ejerce, que hay participación. Cuando vamos adelante con un Gobierno de integración nacional, un Gobierno que integre a todas las fuerzas políticas, que integre a otros sectores porque da la imagen de un pueblo junto ante el mundo para enfrentar los desafíos", aseveró.
Sin embargo, Zelaya reiteró este lunes su rechazo a la ley de amnistía que pretende aprobar el Congreso y de la que podrían beneficiarse los instigadores del golpe de Estado del 28 de junio del año pasado.
"El golpe no quedará impune, ni se puede ocultar", subrayó Zelaya, en declaraciones a la agencia Prensa Latina. En este sentido, indicó que no se pueden olvidar las violaciones de Derechos Humanos, las detenciones ilegales y otros delitos cometidos desde su expulsión del poder.
Zelaya criticó además a Lobo por promover el perdón para los responsables del golpe. Entre otras razones, Lobo esgrime que la amnistía "agradará a la comunidad internacional" y "traerá la paz a Honduras".
A pesar del rechazo de Zelaya, el jefe de la bancada del Partido Nacional, Rodolfo Irías Navas, dio por hecho que el Congreso respaldará la amnistía al considerar que ésta "sin duda alguna va a beneficiar a todos los sectores", incluido el que apoyó el golpe.
"Aquí todas las personas que estuvieron involucradas en las actividades del 28 de junio van a ser beneficiadas", insistió en alusión a la fecha del golpe, informó el diario 'El Heraldo'.
Asimismo, rechazó que amnistía equivalga a "impunidad" dado que el proyecto de decreto define "claramente" los delitos que abarca la amnistía, incluidos delitos de traición a la patria, contra la forma de gobierno, terrorismo, sedición, manifestaciones, reuniones violentas y delitos de abuso de autoridad.
"No quedan comprendidas en este decreto todas aquellas acciones constitutivas de delitos relacionados a actos de corrupción, como malversación de caudales públicos, enriquecimiento ilícito y otros", insistió.
Las elecciones en Honduras del pasado 29 de noviembre en las que resultó ganador Lobo han dividido a los países de ambos continentes americanos entre el grupo encabezado por Estados Unidos y que junto a otros como Costa Rica, Panamá y Colombia defendió reconocer los comicios en Honduras y al Gobierno de Lobo para superar la crisis en Honduras, frente al bloque de países capitaneados por Brasil que rechazó reconocer las elecciones, apoyado por Chile, Venezuela, Cuba, Ecuador, Uruguay, Paraguay y Guatemala entre otros.
Estados Unidos y Brasil han tratado de superar sus diferencias patentes sobre Honduras. Ambos Gobiernos se han comprometido a impulsar un diálogo permanente que permita contribuir al fin de la crisis en el país centroamericano y precisó que ambos están de acuerdo en la necesidad de permitir la salida segura del presidente derrocado Manuel Zelaya del país y, por otra parte, la salida del presidente 'de facto', Roberto Micheletti, de la escena política para permitir la reconciliación nacional.
Así lo confirmó a mediados de diciembre el asesor de Lula para Asuntos Internacionales, Marco Aurelio García, tras reunirse con el secretario adjunto estadounidense para el Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela.
La Organización de Estados Americanos (OEA) que ha estado mediando para poner fin a la crisis derivada del golpe de Estado también prevé discutir en una reunión la posición de los Estados miembros sobre el futuro Gobierno hondureño y si hay que reconocerlo o no.