Actualizado 05/07/2009 04:45

Honduras.- Miles de hondureños se dirigen al aeropuerto de Tegucigalpa para recibir a Zelaya

La asamblea de la OEA está reunida en Washington para, presumiblemente, suspender la membresía de Honduras

MADRID, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -

Cientos de miles de hondureños marchan a esta hora por las calles de Tegucigalpa para solicitar la restitución de Manuel Zelaya, derrocado y expulsado del país por el Ejército el pasado domingo, según informaron dirigentes de las asociaciones convocantes de las protestas.

Convocados por organizaciones sociales y populares de Honduras, los manifestantes recorren la capital con destino al Palacio de Gobierno, donde realizarán una primera parada. Se espera que después, la marcha se dirija al Aeropuerto Internacional de Toncontin donde se espera la llegada de Zelaya, informa la cadena Telesur, que ha colgado en su web imágenes de francotiradores del Ejército apostados en el aeródromo.

Zelaya confirmó anteriormente que regresaría hoy a su país en un vuelo procedente de Washington, a pesar de las amenazas realizadas contra él por los nuevos dirigentes de la nación centroamericana. Además, hizo un nuevo llamamiento a los ciudadanos para que mantuviesen sus protestas pacíficas en las calles para pedir su retorno.

"Las manifestaciones son enormes. En estos momentos hay más de 100.000 personas", aseveró a la agencia de noticias Prensa Latina el líder de Vía Campesina, Rafael Alegría, quien añadió que se espera la llegada de más grupos procedentes "de todo el país".

"La manifestación de hoy es mucho más grande. El pueblo está desafiando a la represión, está desafiando los retenes", declaró el dirigente del Bloque Popular, Juan Barahona.

Según la Agencia Bolivariana de Noticias, Policía y Ejército han retrocedido y dejado avanzar a los manifestantes hasta el aeropuerto de Tegucigalpa.

En una entrevista telefónica con Venezolana de Televisión, el documentalista venezolano Ángel Palacios, que se encuentra en Honduras, aseguró que la marcha en favor de Zelaya transcurría de forma pacífica y que los manifestantes pintaron consignas en contra del gobierno de facto de Roberto Michelletti.

El propio Palacios precisó que algunos manifestantes intentaron agredir a los soldados que custodian las instalaciones del Tribunal Supremo Electoral, pero sus intentos fueron calmados por otros miembros de la protesta que defendían el transcurso pacífico de la marcha.

A LA ESPERA DE UNA RESOLUCIÓN DE LA OEA

Las protestas de esta tarde (madrugada hora española) coincidieron con la reunión que los dirigentes de la Organización de Estados Americanos mantienen en Washington para, presumiblemente, suspender la membresía de Honduras como respuesta al golpe de Estado.

"La suspensión es complicada por los efectos que trae, sobre todo desde un punto de vista económico (...) No es una cosa que se vaya a hacer ligeramente, pero no caben muchas alternativas", advertía ayer el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.

De llevarse a cabo, Honduras se convertiría en el primer país en ser expulsado de la OEA desde que en 1962 suspendiese a Cuba como miembro por su sistema comunista de gobierno.

El Gobierno interino de Micheletti envió una nota a la OEA pidiendo su salida del organismo, para adelantarse así a la decisión de la asamblea. Una notificación que carece de validez jurídica, ya que las naciones miembro no tienen la potestad de abandonar unilateralmente el organismo, señalaron miembros de la institución americana.

Zelaya, que llegó ayer a Washington, ha confirmado que partirá hoy hacia Tegucigalpa acompañado por una comitiva de la que formarán parte la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, y el de Paraguay, Fernando Lugo. Durante toda la semana se han desarrollado multitudinarias protestas a favor y en contra del derrocado mandatario.

Ante el miedo a un estallido de la violencia en el país por el regreso del ex-dirigente, el arzobispo de Honduras, Óscar Andrés Rodríguez, pidió ayer a Zelaya que no viaje mañana a Tegucigalpa. "Una acción precipitada, un regreso al país en este momento podría desatar un baño de sangre. Sé que usted ama la vida, usted respeta la vida. Hasta hoy no ha muerto ni un solo hondureño. Medite, porque después sería demasiado tarde", dijo en declaraciones recogidas por la televisión y las radios locales.