MADRID, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
El coordinador de Presidencia y Relaciones Internacionales del PP, Jorge Moragas, ha pedido hoy al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que reactive la cooperación española y europea con el pueblo hondureño y reconozca a Porfirio Lobo como "presidente legítimo" del país.
Moragas, que ayer asistió junto al eurodiputado 'popular' Carlos Iturgaiz a la toma de posesión de Lobo en Tegucigalpa, salió al paso de las críticas que ayer vertió la secretaria de Política Internacional y Cooperación del PSOE, Elena Valenciano, contra la posición del PP tras el golpe de Estado en Honduras, que calificó de "hipócrita y ridícula".
"Al PSOE le ha cogido un ataque de nervios y se ha puesto a insultarnos por haber querido estar con el pueblo hondureño el día de la toma de posesión de su presidente", escribe hoy Moragas en su 'blog' de Internet, que ha recogido Europa Press.
"Sus argumentos son ruinosos, como su gestión, y se apoyan en la mentira jurídica --continúa el dirigente 'popular'-- Dicen que el nuevo presidente recibe el poder de Roberto Micheletti y eso no es cierto. El poder lo recibe del Congreso de la Nación recientemente elegido en un proceso electoral libre e impecable. Nosotros no responderemos al insulto sino que les diremos lo que tienen que hacer".
Moragas, que se mostró convencido de que el Ejecutivo seguirá sus consejos porque "sencillamente" los 'populares' tienen "razón", solicitó al Gobierno español "reactivar la cooperación española y europea con el pueblo hondureño, desbloquear el acuerdo Centroamérica-Unión Europea, reconocer a Porfirio Lobo como presidente legítimo de todos los hondureños e invitar al nuevo presidente hondureño a la Cumbre Unión Europea-América Latina.
"¡Ah! Por cierto, cuanto antes deje el gobierno de hacer seguidismo de Hugo Chávez, menos vergüenza pasarán los socialistas demócratas de toda España", añadió.
Ayer, su compañero de filas Carlos Iturgaiz declaró a Europa Press que la decisión del Gobierno español de no enviar al Príncipe Felipe a la toma de posesión de Lobo había generado "malestar" tanto en el nuevo Gobierno hondureño como entre la sociedad civil.