Actualizado 01/02/2010 19:50

Honduras.- La UE espera pruebas "tangibles" del compromiso de Lobo con la democracia para retomar relaciones

Eurodiputados piden garantías de que la normalización de las relaciones con Honduras no se permite "a cualquier precio"


BRUSELAS, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -

El responsable para Centroamérica de la Comisión Europea, Petros Mavromichalis, insistió hoy en que el objetivo europeo es "concluir" las negociaciones para un acuerdo de asociación en bloque con Centroamérica antes de mayo y afirmó que la UE retomará las relaciones con Honduras cuando el nuevo Gobierno de Porfirio Lobo dé "pruebas tangibles" de su compromiso con la democracia y la libertad".

"Esperamos ver cómo se concreta el compromiso del nuevo Gobierno (de Honduras) con la democracia, la libertad y los Derechos Humanos. Esas son nuestras líneas rojas, retomaremos la colaboración cuando haya pruebas tangibles de ello, aunque ya hay algunas", resumió Mavromichalis en la comisión de Exteriores del Parlamento Europeo, en respuesta a las dudas de varios eurodiputados.

Los eurodiputados se declararon favorables al avance hacia la normalización de las relaciones de la UE con Honduras, pero pidieron al Consejo y a la Comisión Europea garantías de que esa normalización no se consiga "a cualquier precio".

El eurodiputado socialista Luis Yáñez destacó que un proceso de reconciliación no significa "olvidar a los muertos" y consideró que sería un "mal precedente y una injusticia para las víctimas cerrar el proceso como si nada hubiera pasado".

La también socialista María Muñiz se pronunció en la misma línea para pedir a los 27 que fijen "condiciones de futuro" al retomar las relaciones con este país centroamericano.

Para el representante de Iniciativa per Catalunya-Verds (ICV), Raül Romeva, faltan por cumplirse condiciones de los acuerdos de San José y de Tegucigalpa y pidió a la Unión Europea que fije "líneas rojas" en unas eventuales negociaciones que incluyan a Honduras, y que ya calificó de "perfil bajo".

La vicepresidenta de la delegación europarlamentaria para las relaciones con Centroamércia, la portuguesa Ilda Figueiredo (Izquierda Unitaria), preguntó a los representantes del Ejecutivo comunitario y de la presidencia española de la UE "cómo pueden tratar por igual a los golpistas y a los que sufrieron el golpe" en Honduras.

Sin embargo, Mavromichalis fue tajante y rechazó de plano estas acusaciones al afirmar que la UE "no dirigió la palabra" a los miembros del Gobierno de facto que derrocó del poder al presidente Manuel Zelaya. El nuevo Ejecutivo hondureño, formado tras la victoria de Porfirio Lobo en las elecciones del pasado mes de noviembre, "es un Gobierno legítimo", dijo el portavoz comunitario.

En el debate, el responsable de Latinoamérica en la presidencia española de la UE, Bernardo de Sicart, también negó que hubiera "contacto alguno" con los golpistas, liderados por Roberto Micheletti. Además, recordó que España "prohíbe" la entrada a su territorio a las personas relacionadas con el derrocamiento de Zelaya.

ACUERDO CON CENTROAMÉRICA

El debate que tuvo lugar en la comisión europarlamentaria se enmarcó en el contexto del estado de las negociaciones para un acuerdo de asociación con Centroamérica y que la UE congeló a raíz del golpe de Estado en Honduras, el pasado mes de junio.

Desde 2007, la UE busca un acuerdo que incluya los pilares político, económico y social con Centroamérica del que forman parte Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Honduras, además de Panamá en calidad de observador.

Las delegaciones de estos países se encuentran estos días en Bruselas en un intento por relanzar las conversaciones para "cerrar" el acuerdo antes de que tenga lugar en Madrid la cumbre UE-América Latina y Caribe, el 18 de mayo. Un objetivo que persigue especialmente la presidencia española de la UE que espera suscribir el convenio bajo su semestre de trabajo.

Los contactos que tendrán lugar hasta el miércoles son de carácter informal y tienen por objetivo "preparar el terreno" para retomar las conversaciones de manera "formal" a finales de este mes, previsiblemente entre el 22 y el 26 de febrero, explicó Mavromichalis.

El representante comunitario confió en que los cinco países que negociaban con la UE y Panamá "cierren" las negociaciones a finales de este mes para que sea posible celebrar ya entre el 14 y el 23 de abril la "sesión final".

Una vez solventadas las dificultades con Honduras, queda por aclara la inclusión de Panamá en el acuerdo, tal y como ha solicitado el país. La Comisión se declaró "favorable" a esta opción, pero recordó que el mandato que recibió de los 27 no lo contempla y habría que modificarlo.

El viceministro comercial de Panamá, Francisco Álvarez de Soto, recordó por su parte en la comisión de la Eurocámara que la delegación panameña prevé adherirse a lo ya negociado con el bloque y "en ningún caso pretende revisar las condiciones" de dicho pacto.

Otra dificultad añadida para cerrar las negociaciones con Centroamérica son las últimas declaraciones del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en las que asegura que no reconocerá al nuevo Gobierno hondureño y no mantendrá relaciones con él.

Sin mencionar a ningún país en concreto, Mavromichalis admitió en su intervención el "interés" de la Unión Europea por lograr un acuerdo "regional" que incluya a todos los países centroamericanos, pero añadió que "no por ello se va a permitir a un país u otro ejercer chantaje político tomando como rehén estas negociaciones".