Publicado 22/04/2015 12:17

Hubble aún puede producir ciencia de primera calidad "por muchos años"

Telescopio Hubble
NASA

MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -

El telescopio espacial Hubble cumple este viernes 25 años en órbita pero su carrera aún no está terminada.

Según ha destacado el astrónomo de la Agencia Espacial Europea (ESA), Pedro García Lario, el aparato aún puede producir "ciencia de primera calidad por muchos años". No obstante, "su tiempo de observación sigue siendo uno de los más demandados por los científicos de todo el mundo", según ha añadido.

García Lario recuerda que Hubble era un proyecto "largamente esperado por toda la comunidad científica". Fue concebido en los años 40 por el astrofísico norteamericano Lyman Spitzer, antes del comienzo de la era espacial y no fue aprobado por el congreso de los Estados Unidos hasta 1977. Aun así, no estuvo listo para su lanzamiento hasta mediados de los años 80, y este se retrasó unos años más, hasta abril de 1990, debido a la paralización temporal del proyecto como consecuencia de la tragedia del Challenger en 1986.

Tras este largo 'alumbramiento', el telescopio espacial Hubble se convirtió en una pieza esencial en el espacio, tras ser el primer telescopio espacial "capaz de observar el cosmos en luz visible", es decir, la misma que el hombre ve con sus propios ojos, según ha indicado el astrónomo.

Sobre sus principales características, ha explicado que Hubble, al estar en la órbita baja de la Tierra, "podía obtener imágenes de una calidad exquisita, con una nitidez diez veces mejor que la que en aquel momento se podía obtener con los mayores telescopios convencionales situados en tierra".

García Lario destaca también que, "a pesar de tratarse de un telescopio de dimensiones relativamente modestas" (2,4 metros de diámetro), Hubble estaba equipado con instrumentos de observación en luz ultravioleta e infrarroja, rangos ambos "no accesibles o difícilmente accesibles desde telescopios terrestres". "Tenía la posibilidad de obtener resultados científicos especialmente novedosos", ha indicado.

"Desde entonces, Hubble ha conseguido revolucionar la astronomía en todos sus ámbitos, desde el estudio de objetos en el Sistema Solar hasta el de las galaxias más lejanas", ha resaltado el astrónomo en una entrevista a Europa Press.

CONCEBIDO PARA EL FUTURO

El motivo por el que un telescopio lanzado hace 25 años no se haya quedado obsoleto es que fue concebido ya desde su lanzamiento "para mantenerse operativo durante al menos 15 años y para ser visitado por astronautas regularmente que se encargarían de repararlo y renovarlo en función de las necesidades en cada momento".

Así, García Lario precisa que, desde que Hubble fue sacado con un brazo robótico de las bodegas del Discovery el dia 25 de abril de 1990 Hubble recibió "hasta un total de 5 visitas por diversos transbordadores espaciales de la NASA". La primera en 1993, por el Endevour, y la última en 2009, cuando "sufrió una renovación a fondo dejándole listo para seguir operativo hasta la actualidad".

El astrónomo ha indicado que, "si bien es cierto que hoy en día los telescopios en tierra más potentes pueden competir con Hubble en algunos aspectos, aún hay capacidades del telescopio, por ejemplo, su capacidad de observar en longitudes de onda bloqueadas por la atmósfera terrestre, en los que Hubble sigue siendo el líder".

A LA ESPERA DE JAMES WEBB

Y es que, para García Lario, "salvo problemas inesperados", Hubble aún tiene futuro por delante. Aún así, reconoce que "con el programa de transbordadores espaciales de la NASA ya acabado, ya no existe la posibilidad de futuras reparaciones". Al respecto ha explicado que, "en cualquier momento podrían fallar sus giróscopos, o los instrumentos de a bordo, y ese sería el fin".

El astrónomo señala que "en algún momento se consideró si Hubble merecía ser rescatado por una misión robótica y traerlo cuidadosamente e vuelta a la Tierra para ser expuesto en un museo", pero "si no se hace nada en este sentido en los años venideros, lo más probable es que acabe reentrando en la atmósfera terrestre y desintegrándose en algún momento entre 2019 y 2030" Concretamente, apunta como "fecha más posible" 2024.

Esta posibilidad no preocupa a la sociedad científica, ya que el sustituto de Hubble ya está en camino. Se trata del Telescopio Espacial James Webb, cuyo lanzamiento y puesta en órbita está prevista para finales de 2018, lo que permitiría que ambos aparatos convivieran en el espacio por un corto periodo de tiempo.

El astrónomo ha destacado que en ambos telescopios la contribución de la Agencia Espacial Europea (ESA) "ha sido sustancial, del orden de un 15 por ciento del presupuesto anual". En el caso del Hubble, contribuyó con los paneles solares y uno de los instrumentos que iban a bordo inicialmente. En el futuro James Webb, "la ESA contribuirá de una manera similar, con otro de los instrumentos de a bordo (NIRSPEC) que operará en el infrarrojo cercano, y con el lanzador, que será un cohete Ariane 5 europeo", ha apuntado.

A cambio de este trabajo, los astrónomos europeos recibirán el 15 por ciento del tiempo de observación con el nuevo telescopio, el mismo porcentaje del que ahora disfrutan en el caso del Hubble.