Reconoce que en citas anteriores ha habido que hacer un "verdadero esfuerzo" para garantizar la asistencia de los mandatarios
MADRID, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno español trabaja para que las Cumbres Iberoamericanas se concreten de ahora en adelante en "colaboraciones de verdad, prácticas", con un "valor añadido" frente a otras reuniones de la región con el fin de que ningún líder "pueda permitirse el lujo de no estar" presente en estas citas.
Así lo ha expuesto hoy el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, al grupo de trabajo encargado de repensar el formato de estas citas anuales presidido por el expresidente chileno Ricardo Lagos y la excanciller mexicana Patricia Espinosa.
Con ambos políticos se ha reunido el ministro hoy en Madrid, al inicio de la gira iberoamericana que han puesto en marcha para recabar opiniones de cara al Informe sobre la Renovación de la Conferencia Iberoamericana que tienen que presentar en una reunión extraordinaria de ministros de Exteriores convocada para junio en Panamá, meses antes de que este país acoja la siguiente Cumbre de líderes iberoamericanos.
En un acto posterior en Casa de América para presentar el libro 'América española. Historia e identidad en un mundo nuevo' del historiador Mario Hernández Sánchez-Barba, el ministro ha expuesto su visión sobre cuál debería ser la evolución de estas cumbres.
El ministro ha reconocido que en anteriores Cumbres Iberoamericanas ha habido que hacer "un verdadero esfuerzo para convencer a los jefes de Estado y de Gobierno de que vale la pena" reunirse.
Por eso, ha apostado por "añadir valor" a estos encuentros, hasta ahora anuales, de los países iberoamericanos, permitiendo que sirvan para "actuar juntos en un orden mundial que va a sufrir cambios copernicanos".
CONCERTAR POSICIONES EN OTROS FOROS
En este sentido, ha expuesto que sería conveniente que en estas cumbres los iberoamericanos consiguiesen pactar una postura común que defender en otros foros, como por ejemplo el G-20, donde cuatro países de la Comunidad Iberoamericana tienen asiento (Argentina, Brasil, México y España).
Aunque el ministro no lo citado expresamente esta tarde, España también es partidaria de que las Cumbres Iberoamericanas pasen a celebrarse cada dos años y se alternen así con las cumbres entre la UE, América Latina y el Caribe, que son bienales, con el fin de evitar duplicidades.
La Comunidad Iberoamericana también tendrá que plantearse este año si reestructurará la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), el órgano con sede en Madrid que coordina y prepara, junto al país anfitrión, las cumbres.
En opinión de algunos miembros de la Comunidad Iberoamericana, sería necesario adelgazar la estructura actual de la SEGIB, que, además de su sede en Madrid, tiene varias oficinas en América Latina.