Actualizado 22/06/2006 18:09

Iberoamérica.- España subraya que el principal factor de inestabilidad es la pobreza y falta de distribución de riqueza


TOLEDO, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -

El secretario de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica, Bernardino León, destacó hoy que la política exterior española en América Latina se centra en grandes ejes estratégicos en países como Brasil, México, Chile y Argentina, y reconoció que la labor con estos territorios tiene que ser de puente y encaminada a buscar consensos y "tejer relaciones allí donde es difícil hacerlo". Desde su punto de vista, es algo que España "aún puede hacer" tras precisar que el principal factor de inestabilidad en Iberoamérica sigue siendo la pobreza y falta de distribución de la riqueza.

En la inauguración del XVIII Seminario Internacional de Defensa "Europa y los nuevos actores de la 'in'seguridad", recalcó que, como ya dijo el secretario general Iberoamericano, Enrique Iglesias, no hay muchos actores internacionales que tengan la capacidad de interlocución con todos los países en esta zona, recordando las situaciones de gran polarización que se dan en Cuba o Venezuela y "la necesidad de consensos y acercar posiciones", porque este fenómeno "nada beneficia al futuro de estos países".

Por ello, recalcó que en el caso de América Latina hay que hacer una reflexión desde el punto de vista de la estabilidad más que de la seguridad, porque este territorio está en una situación en la que se puede estar "ante una crisis" o escenario de oportunidad, que, a su juicio, "dependerá de que se tomen los caminos adecuados".

Este continente, aseveró León, está en una situación que puede ser la más compleja de los últimos 30 años y hay "fuerzas centífrugas importantes" que llevan a una "cierta" desarticulación de los procesos de integración y "desorientación" de la comunidad internacional en América Latina, al replantearse políticas por la "dificultad" que se percibe de "acertar en los diagnósticos" acerca de lo que ocurre en estos países.

Tras reconocer que en el escenario actual es "difícil encontrar los caminos", manifestó que también hay cierta distancia entre el Norte y el Sur y el Canal de Panamá, que "parece convertirse en una frontera", por lo que "todos tenemos que reflexionar sobre estas situaciones". No obstante, reconoció que por encima de estos "movimientos" el principal factor de inestabilidad sigue siendo la pobreza y falta de distribución de la riqueza.

Aunque este último factor sea más complejo, la pobreza sigue teniendo cifras "alarmantemente altas en el continente" y a ello, prosiguió, hay que unir temas como el indigenismo que va apareciendo en Bolivia y del que ya existían ejemplos en Ecuador, Guatemala o Méjico, y que va adquiriendo "peso creciente" en la vida política de América Latina. Sobre estos ejes, confirmó, se desgrana la política exterior española en la zona.

"ABRIR LOS OJOS" ANTE LA REALIDAD AFRICANA

Desde la política exterior española, indicó, África no ha sido un continente al que tradicionalmente se le haya prestado "especial atención" aunque los acontecimientos de las últimas semanas hacen que "abramos los ojos" a una realidad que "está ahí" y "mucho más cerca de lo que creíamos," ya que su existencia y desarrollo afecta "muy directamente" a lo que ocurre en España.

Reconoció que en España se sabe "poco" del cercano escenario africano occidental y habló, en términos de estabilidad, de que habrá que prestar especial atención a tres ejes, uno de ellos el de los conflictos "olvidados" o congelados, como Costa de Marfil, Liberia o Sierra Leona, que se han detenido en el tiempo pero "muchas de sus causas siguen estando muy presentes" y serán objeto de atención en los próximos meses.

Además, resaltó la seguridad energética y de abastecimiento como otro de los ejes que preocupan "mucho" en las relaciones internacionales, con países como Nigeria y Guinea Ecuatorial, importantes productores y abastecedores en el caso español; y por último, se refirió a la inmigración, que es más un eje de inestabilidad que de seguridad, indicó, y es "solamente una consecuencia de problemas más profundos" en los que hay que trabajar con un sentido de compromiso.

En el caso de Asia, León recalcó que ante el debate del paradigma de las Relaciones Internacionales, aparecen dos nuevos grandes actores, China y la India, como "verdadero asunto" que centrará estas relaciones en el futuro. En el caso de China, se ha incrementado "enormemente" la relación, dijo recordando la visita del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, así como la del presidente chino en España.

CHINA, GRAN INVERSOR EN AMÉRICA LATINA

Además, recordó, estamos en un momento de la relación que "tiene que ocupar un espacio muy importante en la política exterior" y confirmó que es "muy interesante" que tengan un particular interés en trabajar con España en el ámbito de las relaciones en concreto con América Latina, porque en los últimos años China ha sido uno de los grandes inversores en la zona junto a los tradicionales, Estados Unidos y España.

Tras recordar que en las próximas semanas, Zapatero viajará a la India, "otro de los grandes desconocidos en política exterior", dijo, León aseguró que hay que tener muy presente lo que está ocurriendo en este país y "las razones que han llevado a Bush a hacer los planteamientos que se hicieron en la última visita".

América Latina, África y Asia, insistió León, son tres regiones a las que la política exterior española presta "una especial atención" y en las que se están produciendo algunas transformaciones que "van a modificar enormemente el paisaje al que hemos estado acostumbrados durante los años de la Guerra Fría". Todo ello hará, indicó, que los grandes diseños estratégicos internacionales sufran adaptaciones.

Destacó que quizás durante algún tiempo "tengamos que manejar con precaución los términos comunidad internacional y relaciones internacionales" y "tal vez nos enfrentemos a unos procesos de cambio" y paradigma en los procesos de conformación en la escena internacional que "nos va a obligar a una reflexión profunda".

León afirmó, sobre el debate del Seminario en torno a si Occidente es un continente menguante, que no se da esta situación, sino que es cierto que se ve "un creciente protagonismo" y mayor presencia internacional, algo "muy saludable", de nuevos actores emergentes y se amplía el peso económico y político de estos sectores, por lo que hay que "saber adaptar nuestras estrategias a esa nueva realidad y saberla entender más como una oportunidad que como una crisis".