Publicado 21/08/2015 16:02

La Iglesia Evangélica, manchada con el dinero sucio de Petrobras

   Cunha recibió parte de su soborno gracias a la iglesia Asamblea de Dios de Río de Janeiro

   RÍO DE JANEIRO, 21 Ago. (Notimérica) -

   La Iglesia Evangélica Asamblea de Dios de Madureira, un barrio popular de Río de Janeiro, se ha visto salpicada en el escándalo de corrupción de Petrobras, ya que presuntamente ejerció de intermediaria para pagar los sobornos al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha (Partido del Movimiento Democrático de Brasil, PMDB).

   En la acusación que ayer el procurador general de la República, Rodrigo Janot, presentó contra Cunha ante el tribunal Supremo Federal queda claro que "no hay dudas" sobre la relación de esta iglesia con Cunha, declarado evangélico y de perfil ultraconservador.

   Según el procurador, el hombre fuerte del PMDB dentro de la trama corrupta, Fernando Soares, 'el Baiano', dio indicaciones a Júlio Camargo para que ingresara 250.000 reales (72.000 dólares) a un número de cuenta de la iglesia Asamblea de Dios, que habría registrado como 'pago a proveedores'.

   Camargo utilizó a sus empresas pantalla para hacer tres ingresos en agosto de 2012 y que así Cunha pudiera recogerlos sin problemas, ya que el presidente de la Cámara es un feligrés habitual de este templo de Madureira, según relata el informe de Janot.

   La cantidad ingresada en la iglesia es solo una parte de los cinco millones de dólares que presuntamente Cunha recibió de Camargo a cambio de que diera luz verde a la contratación de unos barcos sonda de la coreana Samsung Industries por parte de Petrobras.

   Cunha no esconde sus convicciones religiosas: es dueño de más de 150 dominios en Internet con la palabra 'Jesús', lucha para que el Congreso apruebe la creación del Día del Orgullo Heterosexual y criminalice los "prejucios contra los heterosexuales" y cuando fue cuestionado sobre una posible ley del aborto dijo que se aprobaría por encima de su cadáver.

   La iglesia evangélica es cada vez más poderosa en Brasil y su influencia es creciente en la clase política: la Asamblea de Dios, en concreto, es el mayor segmento evangélico, con 12 millones de fieles, solo superada por la Iglesia Católica, según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).

   En el Congreso Nacional el partido que oficialmente representa los intereses de esta comunidad es el Partido Social Cristiano (PSC), que cuenta con 14 diputados y un senador.

   En un principio el PSC apoyó el Gobierno de Dilma Rousseff, aunque hace unas semanas salió de la base aliada por diferencias sobre todo en la política económica; varias fuentes apuntan que la intención del partido es presentar al pastor Everaldo como candidato a la presidencia de la República.