Actualizado 08/07/2017 07:15

El importante papel del Ejército en la crisis de Venezuela

Militares venezolanos
REUTERS

   CARACAS, 8 Jul. (Notimérica) -

   Los tres intentos de golpe de Estado que Venezuela ha sufrido en las últimas tres décadas, la fuerza tradicional que el militarismo ha tenido en Iberoamérica y la aguda crisis económica, política y social en la que el país se encuentra inmersa, hace inevitable preguntarse cuál es la postura del Ejército venezolano.

   Con más de 70 muertos en las manifestaciones que, desde el 1 de abril, se producen casi diariamente en Venezuela; en medio del proceso de creación de una Asamblea Nacional Constituyente promocionada como la panacea por el Gobierno y tachada de golpista por la oposición; y con las elecciones regionales y municipales a la vuelta de la esquina --aunque muchos dudan de su celebración-- la posición de un Ejército constitucionalmente apolítico, pero chavista en la práctica, al menos en los altos cargos, resulta fundamental.

   La conexión de la cúpula del Ejército con el Gobierno y viceversa es evidente: de los 29 miembros del gabinete venezolano, 10 son militares o exmilitares; es el Ejército quien se está encargando de la distribución de productos de primera necesidad; y son muchos los arrestados en determinadas protestas que están siendo juzgados por tribunales militares --lo que ha suscitado protestas dentro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)--, según ha informado 'BBC Mundo'.

   Además, a pesar de que la Constitución venezolana de 1999 incluye el deber de que el Ejército sea una institución apolítica, el ministro de defensa, Vladimir Padrino, acostumbra a terminar sus comunicados con un "Chávez vive, la patria sigue. Independencia y patria socialista".

MILITARISMO EN VENEZUELA

   En su búsqueda por mantener los suficiente apoyos para su legitimación en el poder, Maduro ha mirado hacia el mundo militar. Aunque el Ejército siempre ha tenido importancia en el contexto político venezolano, tras la pérdida de gran parte del sostén social del Gobierno, esta se ha incrementado.

   A este respecto, el profesor de Ciencia Política de la Universidad Simón Bolivar Henán Castillo ha asegurado que "nunca antes como ahora habíamos visto tanta presencia militar en la sociedad".

   Esta presencia pública del Ejército ha sido condenada por la oposición en diversas ocasiones, en parte debido a que se le achacan los mismos vicios que al Gobierno. Julio Borges, miembro de la oposición y presidente de la Asamblea de Venezuela, ha reiterado en varios mensajes que hace "un llamado a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. No dejen que se les utilice como herramienta de presión política".

   

   

   Por su parte, el diputado opositor José Manuel Olivares, ha afirmado que la "Fuerza Armada Nacional, generales, capitanes, tenientes, ustedes son el muro entre la Venezuela que quiere cambio y la Venezuela que defienden con balas".

   El objetivo de la oposición a Maduro ha asegurado que, mediante estos mensajes, pretenden que los rangos medios y bajos del Ejército no cumplan las órdenes del Gobierno sin cuestionarlas antes. A este respecto, Venezuela cuenta con más de un millar de generales, más de los que tiene Estados Unidos, un país que supera los 300 millones de ciudadanos frente a los 31 millones de Venezuela.

   El poder que el Gobierno del país ha dado a la cúpula militar --no solo en materias como la defensa y la seguridad tanto interior como exterior, sino también en la distribución de alimentos y productos de primera necesidad, o incluso en materia económica--, ha convertido al Ejército en un cuerpo hermético y alejado del pueblo.

LA 'SALIDA MILITAR'

   En cuando a la participación directa de los militares en la crisis actual que sufre el país, Hernán Castillo ha asegurado que "la participación política de los militares en las crisis venezolanas es tradicional. Sin embargo, en esta oportunidad, la crisis no requiere de la intervención de los militares. (...) La intervención agudizaría todos los problemas".

   Esta "salida militar" al conflicto, que pasaría por el golpe de Estado, se encuentra descartada en esta ocasión, aun a pesar de la tradición golpista del país iberoamericano.

   "Una salida militar no es deseable y afortunadamente no es posible. Un golpe clásico como en los (años) 70 no es posible. Además, la coyuntura internacional ya ha cambiado, ya no estamos en Guerra Fría", se ha reafirmado Castillo.

   A poco más de tres semanas de la celebración de las elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente, tras más de 70 fallecidos en las calles venezolanas desde abril, con Maduro sufriendo un serio problema de legitimidad en gran parte de la sociedad --así como en el ámbito internacional--, el Ejército del país, unas fuerzas armadas tradicionalmente fuertes, incluso a nivel político, tendrá un papel clave en el futuro, aún incierto, de Venezuela.