BOGOTÁ, 29 Jun. (Colprensa/Notimérica) -
Cada vez parece más cercano el momento del fin del conflicto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, las FARC. Y es que no ha sido fácil terminar con más de 50 años de guerra a pesar de haberlo intentado en los últimos 30. Tras varios procesos de negociación, se ha logrado un acuerdo en el que la guerrilla de izquierda más antigua de América Latina abandona las armas y se convierta en una organización política.
El pasado 23 de junio quedó patente ante todo el mundo dicha resolución. Fue en El Laguito (La Habana), centro de negocio de paz para Colombia, donde se reunieron los principales rostros del conflicto. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, el líder de la guerrilla en cuestión, Timoleón Jiménez alias 'Timochenko'; y el gobernante cubano, Raúl Castro. Con esta firma se acordó el cese del fuego bilateral en el último punto de la hoja de ruta. Se hará definitivo se supere el umbral del 13% para la aprobación del plebiscito por la paz, esto es, para que sea aprobado el acuerdo final de paz deberán votar a favor un mínimo de 4 millones y medio de colombianos, siempre superando los votos en contra.
A pesar de que esta firma suponga cierto respiro para la sociedad colombiana, la integración de las FARC como movimiento político preocupa a los partidos minoritarios del país. Ante esta situación, el senador colombiano miembro del Polo Democrático,Jorge Enrique Robledo,aseguró que el proceso no es tan fácil.
"Hasta donde yo entiendo lo que hacen es introducir en el sistema político y electoral a las FARC, pero en muchos temas, el sistema es espantosamente retardatorio, es lo que yo estoy viendo venir. Saludo su reintegración a la vida política, pero eso no quiere decir que las cosas vayan a cambiar como seguramente muchos quisiéramos", dice. Así, ve como una amenaza la entrada de las FARC en la vida política si no se le dan garantías de estabilidad a los otros partidos políticos.
El subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, Ariel Ávila,ha propuesto la asignación directa de 9 ediles en el Congreso para los miembros de las FARC, en detrimento del resto de partidos, ya que no habría elecciones de por medio. Así, el senador colombiano Mauricio Lizcano, miembro del Partido de la U, ha señalado que "hay que hacer una cosa más proporcional de acuerdo a los partidos minoritarios y de acuerdo a lo que existe en el Congreso. A mí me parece una propuesta exagerada en número de ediles. Sí estoy de acuerdo en que participen en el Congreso una vez firmen los acuerdos, una vez pase la justicia transicional, pero por supuesto esa propuesta en número es desproporcionada".
La entrada de la guerrilla colombiana en la política implicaría una reforma electoral en el país a pesar de suponer "garantías de seguridad integral para la población", según el represantante de las FARC Pastor Alape.