El influyente clérigo chií se suma brevemente a las protestas contra el Gobierno en Nayaf
MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
El influyente clérigo chií iraquí Muqtada al Sadr ha hecho este martes un llamamiento al líder del principal partido opositor a presentar una moción de censura contra el primer ministro, Adel Abdul Mahdi, después de que se haya negado a convocar elecciones anticipadas.
"En respuesta a las palabras del hermano Abdul Mahdi, pensé que una convocatoria de elecciones anticipadas preservaría su dignidad, pero si se niega llamo al hermano Hadi al Amiri a cooperar para retirarle inmediatamente la confianza", ha dicho.
Al Amiri --líder de la Organización Badr-- encabeza la Alianza Fatá, el segundo bloque parlamentario, que cuenta con un total de 48 de los 329 escaños del Parlamento.
En su comunicado, Al Sadr ha abogado por "trabajar para (...) acordar reformas radicales que incluyan un cambio en la Constitución que debería ser sometido a referéndum", según un comunicado de su oficina.
El clérigo pidió el lunes al primer ministro que compareciera ante el Parlamento para convocar elecciones anticipadas y bajo supervisión de Naciones Unidas, en medio de las movilizaciones contra el Gobierno.
Durante la jornada de este martes, Abdul Mahdi ha enviado una carta a Al Sadr en la que le "agradece" la recomendación, ya que "es derecho de todos pedir al primer ministro que actúe en línea con el interés público".
"Hay algunos pasos que puedo dar y otros que están en manos de otras personas. No termina conmigo yendo al Parlamento. Hay otros procedimientos constitucionales", ha señalado, tal y como ha recogido la emisora kurda NRT.
En este sentido, ha resaltado que "el primer ministro debe aprobar una petición del Parlamento y celebrar elecciones anticipadas en 60 días", negándose así a dar personalmente el paso de formular la convocatoria.
El Parlamento votó el martes a favor de convocar a Abdul Mahdi para que comparezca ante los parlamentarios para dar respuesta a las protestas antigubernamentales que se suceden desde hace un mes, que se han saldado con cerca de 200 muertos.
AL SADR SE SUMA A LAS PROTESTAS
El comunicado de Al Sadr ha sido publicado además poco después de que se sumara brevemente a los manifestantes antigubernamentales en una plaza de la localidad de Nayaf, situada en el centro del país.
Según las informaciones recogidas por la agencia iraquí de noticias NINA, Al Sadr ha permanecido durante varios minutos en la plaza Al Sadr de Nayaf después de llegar al país desde la ciudad iraní de Qom, donde llevaba cerca de un mes.
El clérigo ha aparecido en el lugar conduciendo un vehículo y portando una bandera iraquí en el cuello, según unas fotografías publicadas por la propia oficina de Al Sadr.
El clérigo, que encabeza la coalición Sayirún --que se impuso en los últimos comicios--, se ha posicionado contra el Gobierno en el marco de las recientes manifestaciones.
Pese a la victoria electoral de Sayirún el año pasado, pidió a los miembros de su bloque parlamentario que no aceptaran cargos en ministerios en el nuevo Gobierno y dio en octubre de 2018 un año de margen al nuevo Ejecutivo para aplicar reformas.
LAS MANIFESTACIONES
Las protestas, marcadas por las críticas por la falta de empleo, el mal estado de los servicios públicos y la corrupción, estallaron el 1 de octubre y desencadenaron en los días posteriores una violenta respuesta por parte de la Policía, a la que se ha acusado de utilizar fuego real.
Un informe publicado el 22 de octubre por una comisión de investigación gubernamental indicó que durante las mismas murieron 149 civiles y ocho miembros de las fuerzas de seguridad y apuntó que cerca del 70 por ciento de los manifestantes murieron por disparos en el pecho y la cabeza.
Las protestas se reactivaron la semana pasada y han dejado hasta la fecha más de 70 muertos, lo que ha llevado al primer ministro a proponer una serie de reformas.
El portavoz de Abdul Mahdi, Saad al Hadizi, confirmó el lunes que Abdul Mahdi presentará próximamente una propuesta de remodelación del Ejecutivo para responder a las demandas de los manifestantes.
Los iraquíes responsabilizan a la élite política y sus patrones, Irán y Estados Unidos, y denuncian que utilizan a Irak para lograr sus propios objetivos de influencia regional sin prestar atención a las necesidades de la gente corriente.
Las protestas, marcadas por las críticas por la falta de empleo, el mal estado de los servicios públicos y la corrupción, estallaron el 1 de octubre y desencadenaron en los días posteriores una violenta respuesta por parte de la Policía, a la que se ha acusado de utilizar fuego real.