Actualizado 25/10/2018 08:49

Íngrid Betancourt denuncia a las FARC en la JEP por tortura

Ingrid Betancourt
RAFAEL BRAVO/ATRESMEDIA - Archivo

   BOGOTÁ, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -

   La política colombiana Íngrid Betancourt ha declarado este miércoles ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la justicia transicional ideada por el Gobierno y las FARC en el acuerdo de paz, que tanto ella como su familia fueron torturadas por al antigua guerrilla, que la tuvo secuestrada seis años.

   Betancourt fue secuestrada el 23 de febrero de 2002 cuando era candidata presidencial y estuvo en poder de las FARC hasta que el 2 de julio de 2008 fue liberada en la 'Operación Jaque' por las fuerzas colombianas junto a otros rehenes, incluidos tres contratistas estadounidenses.

   Betancourt, que ahora vive en Europa, ha comparecido este miércoles por videoconferencia ante la Sala de Reconocimiento, Verdad y Responsabilidad de la JEP para contar cómo fueron su rapto y su cautiverio lanzando reproches tanto para el Gobierno del entonces presidente Andrés Pastrana como a las FARC.

   El Gobierno de Pastrana siempre ha sostenido que avisó a Betancourt de que era arriesgado ir a hacer campaña a San Vicente del Caguán, donde hasta hacía poco se había desarrollado un fallido diálogo de paz con la guerrilla, pese a lo cual ella decidió mantener su agenda electoral.

   "Lo que sí sé es que si era tan peligroso y si el Estado tenía tan claro que yo corría un riesgo ¿por qué nos facilitaron un vehículo oficial del DAS (servicio de Inteligencia de Colombia) con placas de las Fuerzas Armadas?", ha planteado. En su opinión, actuó "como cualquier persona hubiera actuado", según informa 'El Espectador'.

   Sobre el tiempo que estuvo retenida por las FARC, ha relatado torturas físicas y psicológicas, un "descenso a los infiernos". También ha acusado al extinto grupo armado de infligirle las mismas penurias a su familia: "Un mes después de mi secuestro fallece mi padre. Las FARC no asesinaron a mi padre, pero sí son responsables de su calvario".

   Betancourt ha recordado algunos "detalles perversos" de esos seis años. Así, ha contado que les arrebataron su nombre y se dirigían a ellos con números o insultos: "A mí me decían la garza, la perra, paquete". Sus guardianes escupían en la comida y a veces les daban comida podrida.

   La JEP contempla penas de cárcel menores o incluso sanciones alternativas para todos los actores del conflicto armados que confiesen los crímenes cometidos, para lo cual sus magistrados escucharán tanto a los verdugos como a las víctimas, entre ellas Betancourt.