Actualizado 21/01/2015 11:52

Una inmigrante mexicana, invitada al discurso de Obama sobre el Estado de la Unión

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Foto: UNIVISIÓN
 

MÉXICO DF, 21 Ene. (Notimex/Notimérica) -

   La joven mexicana inmigrante Ana Zamora, que lleva 20 años viviendo en Estados Unidos, ha sido invitada por la primera dama, Michelle Obama, al informe anual del Estado de la Unión que Barack Obama rindió este martes ante la Cámara de los Representantes.

   Zamora, de 21 años, reside en Dallas, estado de Texas, y ha sido invitada al palco de la primera dama después de que el pasado septiembre enviase una carta al presidente estadounidense para agradecer su acción ejecutiva migratoria.

   La familia Zamora emigró de México a Texas cuando Ana sólo tenía un año de edad. La joven tiene dos hermanos nacidos en Estados Unidos, pero sin los programas migratorios que anunció Obama el pasado noviembre, corrían el riesgo de ser deportados.

   Ana se acogió al programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) en 2012 y obtuvo un trabajo compatible con sus estudios en la Universidad Northwood en Texas, que terminará este mayo.

   La madre de Ana, dueña de un negocio pequeño, y su padre, trabajador de la construcción, son "potencialmente elegibles" para el programa de Acción Diferida para Padres de Estadounidenses y Residentes Permanentes Legales (DAPA, por sus siglas en inglés) porque tienen hijos nacidos en Estados Unidos.

   En su mensaje, Obama destacó que aunque el tema migratorio desata "pasiones", todos los estadounidenses ven algo de sí mismos en una joven estudiante que triunfa y admiten "que nadie se beneficia cuando una madre trabajadora es separada de su hijo".

   El mandatario advirtió que vetaría cualquier proyecto de ley que no proponga arreglar el sistema migratorio disfuncional. Sin embargo, la Cámara de Representantes, que actualmente está bajo control republicano, votó y aprobó dos enmiendas la semana pasada que anularían las políticas migratorias de Obama.

OTROS INVITADOS DE HONOR

   En el palco de la primera dama también estuvieron el contratista de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), Alan Gross, liberado en Cuba tras cinco años de cárcel el pasado 17 de diciembre y lo que permitió el histórico acercamiento entre ambos países, y su esposa Judy.

   Cuando Obama pidió al Congreso iniciar el trabajo para terminar el embargo a Cuba, Gross levantó los puños en alto, mientras en sus labios se podía leer un "gracias". El contratista de USAID estuvo encarcelado cinco años, acusado de crímenes contra el Estado cubano por introducir en la isla teléfonos satelitales y equipos sin los permisos requeridos por la legislación cubana.

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   Desde su regreso a Estados Unidos, Gross ha apoyado la nueva política de Obama hacia Cuba, que incluye libertad para viajar, aumento en las remesas, operación de bancos estadounidenses en la isla, y el restablecimiento de relaciones diplomáticas.

   Otro de los invitados fue el joven de ascendencia puertorriqueña Anthony Méndez, residente del Bronx en Nueva York, quien vivió con su familia en un albergue para indigentes tras ser expulsados de su vivienda en 2012.

   Sin embargo, Méndez logró llegar a la universidad de Hartford con una beca deportiva por su desempeño en carreras de 800 metros de atletismo y asistió el verano pasado a una mesa redonda convocada por Michelle Obama en la Casa Blanca para personas que han superado retos.

   También estaba en el palco la inmigrante guatemalteca con raíces cubanas Nicole Hernández Hammer, que investiga el impacto del cambio climático en el nivel del mar y trabaja para la organización 'Moms Clean Air Force' ('Fuerza de Madres por un Aire Limpio'), en Florida.

   Hernández Hammer ha compartido, a través del sitio web de la organización, su entusiasmo por la invitación, que consideró un indicio del "compromiso de presidente para hacer todo lo posible a fin de enfrentar el problema peligroso del cambio climático". De hecho, en su mensaje, Obama aseguró que Estados Unidos liderará la acción internacional contra el calentamiento global.

   Por su parte, el astronauta Scott Kelly, otro de los invitados, recibió un aplauso de pie después de que Obama anunciara que en dos meses iniciará una estancia de un año en el espacio, en preparación para el nuevo programa espacial que enviará a estadounidenses a Marte.

   También estuvo en el discurso el adolescente Malik Bryant, de 13 años, residente del sur de Chicago, invitado después de que en una carta a Santa Claus pidiese sentirse seguro en su barrio. La carta llegó a la Casa Blanca tras ser enviada por una organización no gubernamental. Por último, Obama hizo mención durante su discurso a otra invitada, Rebeka Erler, afectada por el costo de los préstamos hipotecarios y estudiantiles.

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