Fuentes del Gobierno iraquí aseguran que "no han registrado ningún indicador de seguridad que requiera" la medida de Washington
MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno estadounidense ha decidido reducir la presencia diplomática en Irak y ha autorizado el regreso voluntario de las familias de los militares que se encuentran en la zona de responsabilidad del Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM) ante "la creciente tensión en Oriente Próximo".
"Con base a nuestro último análisis, hemos decidido reducir la presencia de nuestra misión en Irak", ha confirmado un portavoz del Departamento de Estado en declaraciones remitidas a Europa Press.
El funcionario ha indicado que el presidente estadounidense, Donald Trump, está "comprometido con mantener la seguridad de los estadounidenses tanto en el país como en el extranjero", razón por la que "evalúan constantemente la situación del personal en todas las embajadas".
Por su parte, el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, ha "autorizado la salida voluntaria de los familiares de militares ubicados en todo el área de responsabilidad del CENTCOM". "La seguridad de nuestros militares y sus familias sigue siendo nuestra máxima prioridad y (...) estamos monitorizando la creciente tensión en Oriente Próximo", ha explicado un portavoz del Departamento de Defensa.
"El CENTCOM está trabajando en estrecha coordinación con nuestros homólogos del Departamento de Estado, así como con nuestros aliados y socios en la región para mantener un estado de preparación constante para apoyar cualquier número de misiones en todo el mundo en cualquier momento", ha agregado.
Desde Bagdad, fuentes gubernamentales han declarado a la agencia de noticias iraquí INA que las medidas adoptadas por Washington "están relacionadas con procedimientos relativos a (...) varios países de Oriente Próximo, y no sólo afecta a Irak, ya que la parte iraquí no ha registrado ningún indicador de seguridad que requiera esta evacuación".
En esta línea, las mismas fuentes han defendido que "todas las misiones diplomáticas árabes y extranjeras" presentes en el país, operan de manera "segura", incluyendo "la libertad de comunicación (...) en todas partes de Irak, no solo en la capital".