MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Estados Unidos han pedido este lunes al Gobierno de Irak que investige el uso "excesivo" de la fuerza durante las protestas y ha calificado de "perturbadora y aberrante" la cifra de muertos en la localidad de Nassiriya, donde al menos 29 personas han perdido la vida hasta el momento.
Más de 400 personas, en su mayoría manifestantes desarmados, han perdido la vida en el marco de las protestas contra el Gobierno registradas en Irak desde principios de octubre, según un balance de la agencia Reuters elaborado a partir de fuentes médicas y policiales.
Nassiriya ha sido uno de los epicentros de estas manifestaciones, donde una vez más este sábado la población ha quemado neumáticos y formado barricadas. Las fuerzas de seguridad han abierto fuego contra los manifestantes que habían bloqueado un puente y se habían congregado poco después junto a una comisaría del sur de la localidad. Según la Policía, más de una veintena de personas han muerto y decenas han resultado heridas.
"El uso excesivo de la fuerza durante el fin de semana en Nassiriya es perturbador y aberrante", ha indicado el secretario adjunto del Departamento de Estado para Asuntos de Oriente Próximo, David Schenker.
Así, ha instado al Gobierno iraquí a "respetar los derechos del pueblo iraquí e investigar y llevar ante la Justicia a los responsables de tratar de silenciar brutalmente a los manifestantes pacíficos", según recoge un comunicado.
"Estamos observando de cerca lo que ocurre en Irak. El pueblo está pidiendo una reforma y solicitando líderes en los que poder confiar y que antepongan los intereses nacionales de Irak. (...) Quieren algo mejor de sus líderes", ha manifestado Schenker, que ha acusado a Irán de entrometerse en los asuntos internos de Irak.
"Debemos entender y respetar que lo que allí pasa es cosa de Irak y de su gente y refleja lo que su población quiere y necesita. Esas necesidades deben ser abordadas sin violencia o represión", ha afirmado.
Los manifestantes exigen, entre otras cuestiones, la dimisión del Ejecutivo, la disolución del Parlamento y una reforma de todo el sistema político, que rige el país desde la invasión militar estadounidense en 2003.