Publicado 31/01/2022 19:56

Irak.- Los grupos políticos iraquíes negocian la formación de un gobierno de unidad con suníes, chiíes y kurdos

Archivo - 11 October 2021, Iraq, Baghdad: A supporter of Iraqi Shiite cleric Moqtada al-Sadr celebrates at Tahrir square following the announcement of parliamentary elections' results. Initial results released by the electoral commission showed al-Sadr'
Archivo - 11 October 2021, Iraq, Baghdad: A supporter of Iraqi Shiite cleric Moqtada al-Sadr celebrates at Tahrir square following the announcement of parliamentary elections' results. Initial results released by the electoral commission showed al-Sadr' - Ameer Al Mohammedaw/dpa - Archivo

MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Parlamento iraquí, Mohamed al Halbusi, ha confirmado este lunes que hay contactos entre los principales partidos iraquíes para formar un gobierno de unidad nacional que incluya a suníes, chiíes y kurdos.

Los diputados de estas tres minorías se reunirán en la sede de la coalición Sayirún que lidera el clérigo chií Muqtada al Sadr, la formación más votada en las recientes elecciones legislativas, ha explicado Al Halbusi, según recoge la prensa iraquí.

El propio Al Sadr se ha reunido este lunes con Al Halbusi y con el jefe del gobierno autónomo kurdo, Nechirvan Barzani, en la ciudad de Nayaf para abordar la formación del nuevo gobierno.

Uno de los principales obstáculos será la relación entre la coalición de Al Sadr y los partidos chiíes tradicionales hasta ahora dominantes en el sistema político iraquí.

La coalición Sayirún fue la más votada en las elecciones del 10 de octubre y controla 73 de los 329 asientos del Parlamento iraquí. Por detrás quedó la coalición Taqadum (Progreso) de Al Halbusi, con 37 asientos.

Las parlamentarias, de carácter anticipado, fueron convocadas tras la grave crisis política en la que se vio sumido el país tras las masivas movilizaciones registradas en 2019, que forzaron la dimisión del Gobierno y la aprobación de una nueva legislación electoral.

Las protestas, que estallaron en octubre de 2019 y se saldaron con más de 550 muertos --según el balance oficial facilitado en julio de 2020--, supusieron una nueva muestra del desencanto de la población con la clase política ante los numerosos casos de corrupción, el mal estado de los servicios públicos y la crisis económica imperante en Irak.