MADRID, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -
El influyente clérigo chií iraquí Muqtada al Sadr ha advertido de que el país podría verse arrastrado a una "guerra civil" o un conflicto intersectario si las "partes sospechosas" responsables de los últimos ataques no ponen fin a los mismos.
"Hay partes sospechosas que están alimentando la situación y poniendo en peligro la seguridad pacífica en Irak", ha manifestado a través de su cuenta en la red social Twitter, antes de pedir a todas las partes actuar "con sabiduría".
Así, ha resaltado que todas las partes deben "mostrar amor" por Irak "antes de dar cualquier paso que pueda arrastrar al país a la guerra civil o a unos enfrentamientos entre chiíes".
Las palabras de Al Sadr han llegado después de la muerte de cinco civiles, incluidos tres niños, por el impacto contra su vivienda de dos proyectiles disparados contra el aeropuerto de la capital de Irak, Bagdad.
Horas antes, el presidente del comité de Seguridad del Parlamento iraquí, Mohamed Rida, había anunciado que el primer ministro, Mostafá al Kazemi, había ordenado la apertura de investigaciones por los continuados ataques contra objetivos de la coalición internacional y las misiones diplomáticas extranjeras en el país.
Durante el fin de semana surgieron informaciones sobre una advertencia de Estados Unidos a Bagdad sobre el posible cierre de su Embajada en Bagdad y la retirada de tropas si no se pone fin a los ataques por parte de milicias contra objetivos internacionales.
Este mismo martes ha sido atacado con bomba un convoy de la coalición que lidera Estados Unidos en la carretera que conecta Bagdad y Hilla, sin que haya informaciones sobre víctimas, tal y como ha recogido la agencia iraquí de noticias NINA.
El propio Al Sadr pidió el viernes investigar estos ataques, un día después de reclamar a la coalición de milicias progubernamentales Fuerzas de Movilización Popular (FMP) --de la que son parte las Brigadas de la Paz, que el mismo lídera-- que eviten este tipo de atentados.
Durante los últimos meses se han producido numerosos ataques contra compañías iraquíes que trabajan para la coalición internacional y contra objetivos de la propia coalición, incluido uno contra un convoy diplomático británico la semana pasada en Bagdad. Los incidentes han sido achacados principalmente a milicias apoyadas por Irán.
Las tensiones entre Washington y Teherán han aumentado desde que Estados Unidos se retirara en 2018 del acuerdo nuclear de 2015 y repuntaron en enero después de que el Ejército estadounidense matara en un bombardeo en Irak al jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, Qasem Soleimani.