MADRID, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los servicios de Inteligencia del Kurdistán iraquí han informado de que los misiles que han impactado a última hora de este sábado en las inmediaciones del consulado de EEUU en Erbil despegaron desde el este, fuera de Irak.
Aunque Irán se encuentra en esa dirección, los servicios de Inteligencia no da más información sobre el punto de lanzamiento de ataque.
Las autoridades del Kurdistán iraquí han confirmado el impacto de al menos doce misiles balísticos en la capital de la región semiautónoma, concretamente en zonas cercanas al nuevo edificio del consulado estadounidense que se encuentra en construcción.
El Departamento de Estado de EEUU confirmó a la agencia kurda Rudaw que no se habían producido víctimas ni daños en las instalaciones como resultado del ataque, pero varios edificios circundantes sí han recibido daños materiales a causa del ataque, entre ellos la oficina del medio de información Kurdistan 24, y el Ministerio del Interior de la región ha constatado un herido leve.
Hasta ahora ningún grupo se ha atribuido el ataque pero las sospechas recaen como mínimo sobre milicias iraníes afines a las Guardias Revolucionarias del Ejército iraní, que el martes prometió venganza contra Israel y sus aliados por la muerte de dos de sus efectivos en un ataque aéreo sobre la capital siria, Damasco, donde ejercían como asesores del Gobierno sirio en la guerra que sacude a la república árabe.
De hecho, en las últimas horas el gobernador de Erbil, Omed Joshnaw, se ha apresurado a desmentir informaciones "carentes de base alguna" de que este último ataque iba específicamente dirigido contra supuestas bases israelíes en Erbil, después de fuentes iraquíes de la agencia semioficial iraní Mehr apuntara que el bombardeo había alcanzado dos centros avanzados de entrenamiento del Mossad israelí en la ciudad.
A la espera de una atribución, las fuerzas políticas iraquíes y Naciones Unidas han condenado el ataque, comenzando por el primer ministro iraquí, Mostafá al Kazemi; el clérigo chií y hombre fuerte del país Muqtada al Sadr, el presidente del Parlamento, Mohamed al Halbusi, y la misión de la ONU en Irak, bajo el mensaje común de que el bombardeo ha supuesto un acto contra la soberanía e integridad territorial de Irak.