El Alto Comisionado de Derechos Humanos teme que la cifra de víctimas sea "mucho mayor"
MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha expresado su "profunda preocupación" por el uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía iraquí en la represión de las manifestaciones, en el marco de las cuales ya han muerto 269 personas y al menos 8.000 han resultado heridas, en su mayoría civiles.
El balance, recogido por la misión de Naciones Unidas en Irak y correspondiente al periodo entre el 1 de octubre y el 7 de noviembre, incluye entre las víctimas a una "mayoría" que ha sufrido el impacto de balas disparadas por las fuerzas de seguridad o grupos armados afines al Gobierno.
"Las protestas han continuado esta semana en Bagdad y se han registrado muertos y heridos en manifestaciones en Bagdad, Basora, Dhi Qar y Kerbala", ha afirmado este viernes el portavoz del Alto Comisionado, Rupert Colville, que ha incluido entre las últimas víctimas a cinco personas que protestaban el jueves junto a la sede del Gobierno en Basora.
Colville ha advertido de que el balance "exacto" de víctimas de esta ola de protestas "podría ser mucho mayor" y ha apelado a la contención de la Policía, de tal forma que solo se utilice armamento letal en casos extremos, cuando la vida o la integridad física de los agentes esté en peligro.
Asimismo, ha cuestionado la falta de transparencia en relación a los detenidos y se ha mostrado "alarmado" por los casos de secuestros sobre manifestantes o voluntarios que colaboraban con las protestas. El portavoz ha reclamado que se investiguen estos casos, que se esclarezca el paradero de los desaparecidos y que los responsables rindan cuentas.
LIBERTAD DE PROTESTA
El Alto Comisionado teme que se pueda aplicar la ley antiterrorista contra los manifestantes acusados de participar en actos violentos, un extremo que podría derivar en condenas a muerte, y ha instado al Gobierno de Irak a garantizar el derecho de protesta de sus ciudadanos, lo que implica garantizar su protección y contener a las fuerzas de seguridad.
"Se deben dar pasos inmediatos para investigar y procesar a los responsables de las muertes y dotar a las víctimas y sus familias de justicia y verdad. Es crucial que no se presenten cargos de terrorismo contra los manifestantes", ha subrayado Colville, partidario también de la apertura de un proceso de diálogo al que la ONU se ha ofrecido a colaborar.