MADRID, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, ha asegurado este viernes a su homólogo ruso, Sergei Lavrov, que Washington está comprometido con la "desescalada", a pesar del ataque estadounidense que ha acabado con la vida del general iraní Qasem Soleimani, algo que Moscú ve como una nueva fuente de problemas en Oriente Próximo.
Pompeo y Lavrov han hablado por teléfono para discutir la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de "llevar a cabo una acción defensiva para proteger al personal estadounidense en el extranjero matando a Qasem Soleimani en respuesta a las inminentes amenazas contra vidas estadounidenses".
El jefe de la diplomacia norteamericana "ha dejado claro" a Lavrov que "Estados Unidos sigue comprometido con la desescalada", se ha limitado a informar el Departamento de Estado en un escueto comunicado.
Por su parte, el ministro de Exteriores ruso ha calificado de "asesinato" el ataque contra Soleimani, esgrimiendo que "las acciones contra un Estado miembro de la ONU para eliminar a agentes de otro Estado miembro en territorio de un tercer Estado soberano sin su conocimiento es una flagrante violación de los principios del Derecho Internacional que merece ser condenado".
Además, ha advertido de que la muerte de Soleimani a manos de Estados Unidos podría tener "graves consecuencias para la paz y estabilidad regionales", enfatizando que "no contribuye a los esfuerzos para encontrar soluciones a los complejos problemas que se han acumulado en Oriente Próximo".
"Al contrario, conduce a una nueva escalada de tensión", ha afirmado Lavrov, de acuerdo con el Ministerio de Exteriores ruso. Por ello, "Moscú ha urgido a Washington a abandonar los métodos ilegales para lograr sus objetivos en la arena internacional y resolver cualquier problema en la mesa de negociaciones".