MADRID, 11 May. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Irán han abierto este martes el proceso de registro de candidaturas de cara a las elecciones presidenciales del 18 de junio, a las que no podrá concurrir el actual presidente, Hasán Rohani, debido al límite existente de dos mandatos al frente del país.
El proceso de registro ha arrancado a las 8.00 horas (hora local) en la sede del Ministerio del Interior en la capital, Teherán, y estará abierto hasta la jornada del sábado, tras lo que los documentos serán entregados al Consejo Constitucional, que decidirá quiénes cumplen los estándares fijados por la ley.
Así, está previsto que el organismo publique la lista de candidatos presidenciales entre el 26 y el 27 de mayo, tras lo que arrancará la campaña electoral, que estará limitada este año por las restricciones impuestas a causa de la pandemia de coronavirus, según ha recogido la cadena de televisión iraní Press TV.
El país se ha visto sumido durante las últimas semanas en una polémica en torno a las candidaturas, después de que el Consejo Constitucional haya adoptado una nueva interpretación de la legislación para permitir a altos cargos militares concurrir a las urnas.
El proceso ha arrancado además en un momento en el que están en marcha las conversaciones en la capital de Austria, Viena, sobre el futuro del acuerdo nuclear de 2015, en las que se está intentando lograr el retorno al mismo de Estados Unidos, que lo abandonó de forma unilateral en 2018.
El Gobierno de Irán ha procedido a reducir sus compromisos con el acuerdo en respuesta a las sanciones impuestas desde entonces por parte de Washington y exige la retirada de las mismas y la reintegración de Estados Unidos en el acuerdo de cara a volver a cumplir todas las cláusulas.
La situación ha revelado nuevamente las diferencias entre la corriente moderada, encabezada por Rohani y que respalda el acuerdo nuclear, y el ala dura de los ultraconservadores, entre los que se encuentra el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, críticos con el pacto de 2015.
Las elecciones serán un nuevo ejemplo de esta disputa interna, después de la clara victoria de los conservadores en las elecciones legislativas de 2020, en las que la participación fue la más baja desde la Revolución Islámica de 1979, muestra del desencanto de la población con la clase política iraní.