Archivo - January 29, 2023, Tehran, Tehran, Iran: An Iranian flag waves around Azadi (Freedom) Tower in western Tehran, Iran, on January 29, 2023. Since mid-September, Iran has been shaken by antigovernment protests which were ignited by the death of a wo - Europa Press/Contacto/Rouzbeh Fouladi - Archivo
MADRID 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Irán han ejecutado este domingo a un hombre condenado por encabezar un fraude a gran escala que afectó a decenas de miles de personas a través de la venta de vehículos, después de que el Tribunal Supremo ratificara su condena a muerte por "afectar a gran escala el sistema económico" del país centroasiático.
El hombre, identificado como Mohamad Reza Ghafari, era propietario de la compañía Nezayat Jodro Taravat Novin, que empezó operaciones en 2013 con más de 34.000 inversores y que en 2019 fue objeto de una demanda por supuestas actividades irregulares en la provincia de Qazvin, en el norte de Irán.
Según las informaciones recogidas por el portal de noticias Mizan Online, vinculado al aparato judicial iraní, Ghafari y sus socios, entre los que había varios familiares, lanzaron su empresa prometiendo la venta de coches a precios inferiores a los de mercado, tras lo que expandieron sus operaciones a inmuebles y planes de inversiones.
La Fiscalía sostuvo durante el juicio que solo un cuatro por ciento de los compradores de coches recibieron los vehículos, mientras que la empresa usó los nuevos depósitos de dinero para pagar beneficios a los primeros asociados, mientras que tanto Ghafari como su familia tuvieron una "vida próspera" a nivel económico por estos planes.
El caso contó con más de 28.000 demandantes y ha derivado en la imputación de al menos 28 personas, entre ellas Ghafari, cuya sentencia a muerte fue ratificada hace cuatro meses por el Tribunal Supremo de Irán, que ya ha adelantado que el sistema judicial trabaja para compensar a las víctimas de este fraude a gran escala.
Irán, que lleva a cabo las ejecuciones por ahorcamiento --normalmente en prisiones, aunque en ocasiones lo hace en público--, es el segundo país que más aplica la pena capital del mundo, por detrás de China, según datos de diversas organizaciones no gubernamentales, entre ellas Amnistía Internacional.