Publicado 08/06/2021 12:38

Irán.- Irán pide a la AIEA que "se distancie de una agenda política" y resalta que su último informe "no es creíble"

Archivo - El ministro de Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif
Archivo - El ministro de Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif - -/Iranian Presidency/dpa - Archivo

MADRID, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Irán ha reclamado este martes a la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) que "se distancie de una agenda política" y ha resaltado que su último informe "no es creíble", después de que el organismo pidiera a Teherán que revele la ubicación de material nuclear supuestamente no declarado.

"Las posiciones de (el director de la AIEA) Rafael Grossi revelan la postura sesgada de la secretaría en sus interacciones con Irán, que ignoran el nivel de cooperación e interactuación. Esta postura podría ser un obstáculo para futuras interacciones de buena voluntad entre ambas partes", ha destacado el enviado iraní ante el organismo, Kazem Qaribabadi.

Así, ha sostenido a través de su cuenta en la red social Twitter que el informe de la AIEA "no es consistente con el contexto de cooperación entre las partes, no es creíble, al no estar fundamentado en fuentes fidedignas, y no es convincente, ya que no contiene todos los aspectos de la cooperación y progresos alcanzados".

Por ello, Qaribabadi ha hecho hincapié en que "una relación constructiva requiere un ambiente positivo, evitar expresar cualquier juicio previo y preocupaciones artificiales, así como dar excesiva relevancia de forma innecesaria a algunos asuntos triviales".

"La agencia no debería actuar como si estuviera apoyando la agenda política de unos contra otros", ha sostenido, antes de pedir a la AIEA "que adopte una postura clara sobre la amenaza nuclear israelí y lo inaceptable que es que permanezca fuera del Tratado de No Proliferación (TNP), así como su continuado desafío a la hora de poner sus actividades e instalaciones nucleares bajo salvaguarda".

Las palabras de Qaribabadi han llegado un día después de que Grossi señalara que no se han logrado progresos a la hora de abordar las diferencias con Teherán sobre las salvaguardas y alertara de que ello afecta a la capacidad del organismo para garantizar que la naturaleza de su programa nuclear es pacífica.

Además, Grossi expresó su preocupación por la producción de uranio de alto enriquecimiento desde el mes de abril. "Es grave. Tenemos un país con un programa nuclear muy desarrollado y ambicioso que está enriqueciendo uranio a un nivel muy cercano al necesario para su utilización como arma", zanjó.

Irán ha producido ya más de 2,4 kilogramos altamente enriquecido, concretamente a casi el 60 por ciento, según un informe de la AIEA. Esta pureza está muy por encima del 4 por ciento fijado como máximo en el acuerdo nuclear de 2015 cuya reactivación negocia Teherán con Estados Unidos, aunque aún resta para el 90 por ciento necesario para la fabricación de una bomba atómica.

Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, destacó el lunes que "no está claro si Irán está dispuesto y preparado para hacer lo que es necesario para volver al cumplimiento" del acuerdo de 2015.

"Mientras, su programa (nuclear) está avanzando. Han retirado las restricciones impuestas por el acuerdo", sostuvo, antes de advertir de que "cuanto más dure esto, más tiempo pasa" de cara a que Teherán pueda hacerse con armas nucleares.

"Ahora es cuestión, según informaciones públicas, de unos pocos meses, como mucho. Si esto continúa, será cuestión de semanas, que es lo que buscamos evitar y lo que el acuerdo (de 2015) paró", manifestó, en el marco de una comparecencia ante el comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.

El país ha anunciado hasta la fecha la retirada de sus compromisos sobre varios de los puntos del acuerdo, lo que ha provocado el temor en el resto de firmantes de un posible colapso del pacto. Sin embargo, las autoridades iraníes han defendido en todo momento que estos pasos pueden revertirse si Estados Unidos retira las sanciones y vuelve al acuerdo nuclear de 2015, que abandonó de forma unilateral en 2018.