Publicado 24/10/2021 19:23

Irán.- El marido de Zaghari-Ratcliffe inicia una segunda huelga de hambre para pedir su liberación

Archivo - 08 March 2021, United Kingdom, London: Richard Ratcliffe (R), the husband of Nazanin Zaghari-Ratcliffe and his daughter Gabriella take part in a protest outside the Iranian Embassy in London. Zaghari-Ratcliffe has completed a near five-year se
Archivo - 08 March 2021, United Kingdom, London: Richard Ratcliffe (R), the husband of Nazanin Zaghari-Ratcliffe and his daughter Gabriella take part in a protest outside the Iranian Embassy in London. Zaghari-Ratcliffe has completed a near five-year se - Ian West/PA Wire/dpa - Archivo

MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -

Richard Ratcliffe, marido de la ciudadana británica-iraní Nazanin Zaghari-Ratcliffe, ha iniciado una segunda huelga de hambre para presionar al Gobierno británico para que haga más para lograr la liberación de su esposa, presa en Irán.

Ratcliffe se ha instalado frente a la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores en Londres después de que las autoridades iraníes hayan anunciado la desestimación del recurso presentado contra una segunda sentencia de cárcel impuesta a la activista. La sentencia es de un año de cárcel y un año más de prohibición de salir del país y ya ha cumplido cinco años por espionaje.

El caso estaría vinculado al impago por parte de Reino Unido de una deuda histórica con Irán por 400 millones de libras (unos 473 millones de euros). Londres asegura que las sanciones a Irán impiden que se haga el pago por el reembolso de los fondos abonados por la compra de carros de combate Chieftain antes de la Revolución Islámica de 1979 y que nunca fueron entregados.

Zaghari-Ratcliffe perdió su última apelación en el proceso por propaganda del que está acusada y podría volver a prisión "en cualquier momento", según hizo saber este pasado sábado una diputada británica.

Zaghari-Ratcliffe, de 42 años y colaboradora de la Thomson Reuters Foundation, fue puesta en libertad vigilada en marzo tras cumplirse los cinco años en prisión a los que fue condenada por cargos de conspiración y espionaje.

Sin embargo, poco después fue imputada con nuevos cargos de propaganda contra la República Islámica por participar en 2009 en una manifestación frente a la Embajada británica en Londres y realizar declaraciones al servicio en persa de la BBC.

El Gobierno británico ha pedido reiteradamente su liberación y considera que su encarcelamiento es "arbitrario" y una "represalia diplomática".