MADRID 14 Jun. (EUROPA PRESS) -
El emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad al Thani, ha instado al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a aunar esfuerzos para reducir la escalada de violencia en Oriente Próximo, después de que Israel haya bombardeado docenas de objetivos en Irán, matando al jefe de la Guardia Revolucionaria iraní (IRGC).
Esta petición se ha producido durante una llamada telefónica en la que ambos han "discutido los últimos acontecimientos en la región", haciendo especial hincapié en el mencionado ataque israelí a la República Islámica de Irán.
A este respecto, Trump ha aseverado que Estados Unidos no cesará su implicación en "los esfuerzos para resolver la crisis a fin de preservar la seguridad y la estabilidad regionales", según un comunicado compartido por el Gobierno qatarí.
El magnate estadounidense ha conversado asimismo con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán, cuyo tema central han sido también "los acontecimientos en la región" en general y más concretamente "las operaciones militares israelíes contra Irán", de acuerdo con una breve nota de las autoridades saudíes.
En esta ocasión, tanto Bin Salmán como Trump han coincidido en subrayar la "importancia crítica de la moderación, la desescalada y la resolución de todas las disputas por medios diplomáticos".
A este fin, han insistido en que resulta indispensable "continuar trabajando conjuntamente", todo con el objetivo de lograr "la seguridad, la paz y la estabilidad" de Oriente Próximo.
Estos contactos telefónicos se producen después de que una oleada de ataques lanzada en la madrugada de este viernes por el Ejército de Israel contra distintos puntos de Irán haya acabado con la vida del jefe de la Guardia Revolucionaria iraní (IRGC, por sus siglas en inglés), el general Hosein Salami, entre otras autoridades, unas acciones que han dejado hasta el momento al menos nueve muertos y más de un centenar de heridos.
Por su parte, Irán ha lanzado ya este viernes por la noche alrededor de 100 misiles contra Israel en represalia por la oleada de bombardeos israelíes en varios puntos del territorio iraní, incluyendo varias instalaciones nucleares como la planta de enriquecimiento de uranio de Fordo, ubicada en la provincia de Qom.