MADRID, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Comisión de la Unión Africana, Musa Faki Mahamat, ha defendido la decisión del órgano ejecutivo del bloque de incorporar a Israel como estado observador a pesar de las quejas de países como Sudáfrica o Argelia, que han denunciado la presencia del Estado hebreo como un ataque a la causa palestina plagado de defectos de procedimiento.
En respuesta, Mahamat "desea recordar que la decisión cae dentro de su competencia y no es necesario ningún proceso preliminar", tal y como pedían los estados contrarios a la decisión, "abordada a partir del reconocimiento de Israel y tiendo en cuenta la restauración de sus relaciones diplomáticas con dos terceras partes de los estados miembros de la Unión Africana".
Con todo, el presidente de la Comisión, "reitera su apoyo incólumne a los derechos fundamentales de los palestinos, entre ellos el establecimiento de un estado independiente con capital en Jerusalén Este, en el marco de un acuerdo de paz global y definitivo con el Estado de Israel".
Esta explicación tiene lugar una semana después de que se diera a conocer que Argelia estaría preparando una iniciativa junto a otra decena de países para intentar despojar a Israel de su reciente estatus, según han informado fuentes próximas al procedimiento al diario Rai al Youm.
Argelia había iniciado el proceso de formación de un grupo -- del que formarían parte Sudáfrica, Túnez, Eritrea, Senegal, Tanzania, Níger, Comoras, Gabón, Nigeria, Zimbabue, Liberia, Mali y Seychelles -- para impulsar la expulsión de Israel de la organización, en parte por considerarla una afrenta a la causa palestina que tantos países del grupo defienden.
El ministro de Exteriores de Argelia, Ramtane Lamamra, había avisado que su país no se quedaría de brazos cruzados con la medida de la Unión Africana y señaló que Israel había obtenido la pertenencia como observador en la Organización de la Unidad Africana, pero en 2002 el título fue retirado del régimen cuando la Unión Africana reemplazó a la organización.