MADRID, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Israel, Reuven Rivlin, ha encargado formalmente a la Knesset la formación del gobierno con el fin de evitar las que serían las cuartas elecciones en un año después de que el líder de la oposición, Benny Gantz, no haya sido capaz de formar una coalición en el plazo previsto.
"Espero que los miembros de la Knesset sean capaces de formar una mayoría de forma que se pueda formar un gobierno lo antes posible y evitar una cuarta ronda de elecciones", ha señalado Rivlin, horas después de que los intentos de último minuto de Gantz por cerrar un acuerdo de coalición con el primer ministro, Benjamin Netanyahu, fracasaran.
En la carta que ha enviado a Gantz en calidad de presidente de la Knesset para notificarle su decisión, el presidente ha explicado que no veía "la posibilidad de formar gobierno" en los esfuerzos que el líder de Azul y Blanco y Netanyahu estaban manteniendo, por eso ha optado por trasladar el encargo al Parlamento.
Con ello, se abre ahora un plazo de 21 días en el que cualquier diputado podría presentarse como candidato a primer ministro, siempre y cuando obtenga el respaldo de una mayoría de diputados. De conseguirlo, tendría un plazo de 14 días para formar gobierno pero si no fuera posible, la Knesset se disolvería de forma automática e Israel celebraría nuevas elecciones.
Los partidos de Netanyahu y Gantz anunciaron a última hora del miércoles que los esfuerzos para sellar un acuerdo de coalición habían sido infructuosos si bien dijeron que continuarán con las negociaciones para intentar establecer un gobierno de emergencia con el que hacer frente a la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia de Covid-19.
Las partes habían logrado en los últimos días acuerdos en torno a asuntos espinosos, incluida una potencial anexión de partes de Cisjordania a raíz del conocido como 'acuerdo del siglo', propuesto por Estados Unidos.
Sin embargo, los medios israelíes habían apuntado a que uno de los principales temas de disputa era la petición del Likud de vetar los nombramientos judiciales y la voluntad de Netanyahu de garantizar que el Tribunal Supremo no le pueda arrebatar el poder por las acusaciones de corrupción que pesan en su contra.
Las negociaciones también podrían haberse estancado después de que el partido que lidera Netanyahu haya exigido, según ha apuntado el diario 'Jerusalem Post', conservar el Ministerio de Asuntos Exteriores, a lo que Azul y Blanco habría respondido pidiendo a cambio la titularidad de otra cartera de igual peso político. La otra diferencia entre ambas partes reside en la titularidad de Justicia.