Publicado 16/03/2023 16:45

Israel.- Scholz expresa su "preocupación" por la reforma judicial israelí tras verse con Netanyahu

16 March 2023, Berlin: German Chancellor Olaf Scholz (R) and Prime Minister of Israel Benjamin Netanyahu attend a joint press conference at the Federal Chancellery. Photo: Kay Nietfeld/dpa
16 March 2023, Berlin: German Chancellor Olaf Scholz (R) and Prime Minister of Israel Benjamin Netanyahu attend a joint press conference at the Federal Chancellery. Photo: Kay Nietfeld/dpa - Kay Nietfeld/Dpa

El primer ministro de Israel subraya que no se desviará "ni un milímetro" del plan

BERLÍN, 16 Mar. (DPA/EP) -

El canciller de Alemania, Olaf Scholz, ha reconocido este jueves que sigue "con gran preocupación" las tensiones en Israel por la reforma judicial impulsada por el Gobierno, al término precisamente de una reunión en Berlín con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

"Como socios en valores democráticos y buenos amigos de Israel, seguimos este debate muy de cerca y, no lo voy a ocultar, con gran preocupación", ha dicho Scholz, que confía en que Israel "siga siendo una democracia liberal".

El canciller confía en que aún se haya dicho "la última palabra" sobre la propuesta del presidente israelí, Isaac Herzog, que ha planteado una reforma alternativa para contrarrestar la preocupación que existe en torno al actual proyecto, que aumentaría la influencia del Gobierno en el ámbito judicial.

Netanyahu, por su parte, ha subrayado que "Israel es una democracia liberal y seguirá siéndolo", lo que pasa por entender que la independencia del poder judicial no le permite tener poderes excesivos. Así, ha llamado a "corregir" el actual "desequilibrio" y ha insistido en que lo hará con la actual reforma laboral bajo el brazo: "No nos desviaremos ni un milímetro".

Los críticos con la reforma han argumentado que se trata de un ataque al equilibrio de poderes de Israel, ya que concede al Parlamento una influencia inusitada para revocar decisiones judiciales.

Así, daría al Gobierno control total sobre el nombramiento de jueces, incluidos los del Tribunal Supremo, y limitaría en gran medida la capacidad del tribunal de anular legislación que viole la Constitución, al tiempo que permitiría al Parlamento modificar leyes que consiga anular con una mayoría simple de 61 de los 120 diputados.