Meloni pide perdón por el derrumbe hace cinco años de un puente en Génova y las "43 vidas rotas"
MADRID, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
La ciudad italiana de Génova ha vuelto a teñirse de luto este lunes para recordar el hundimiento hace exactamente cinco años del Puente Morandi, un suceso que conmocionó a todo el país porque, además de dejar 43 fallecidos, puso sobre la mesa una batería de interrogantes respecto al mantenimiento de infraestructuras en el país transalpino.
Casi 60 personas se sientan en el banquillo por su presunta responsabilidad en el derrumbe, entre ellas personal de las empresas relacionadas con la autopista y funcionarios del Ministerio de Infraestructura. Entre los cargos que se les imputan figura el de homicidio y la sentencia se espera para el próximo año, si bien la Fiscalía ya ha adelantado que la magnitud del proceso hace que pueda retrasarse aún más.
Las dos principales firmas implicadas, Autrostrade per l'Italia (ASPI) y su filial de ingeniería SPEA ya han aceptado pagar 30 millones de euros como compensación para evitar el proceso y, por extensión, evitar una posible inhabilitación que les habría impedido seguir haciendo negocios.
"La ira, el dolor, la sed de justicia de las familias de las víctimas son sagradas", ha afirmado este lunes la primera ministra, Giorgia Meloni, que ha dicho respetar estos sentimientos en la medida en que quedan aún "muchos interrogantes" por resolver. "Reiteramos hoy las debidas disculpas del Estado por lo sucedido, conscientes de que ninguna palabra será suficiente para aliviar el sufrimiento y apaciguar el deseo de justicia", ha añadido.
También el presidente italiano, Sergio Mattarella, ha señalado que "el paso del tiempo no alivia el peso de la responsabilidad" y, por tanto, resta aún "hacer justicia". Para Mattarella, el suceso supuso "un dramático llamamiento" a la responsabilidad que tienen quienes están llamados a prestar un servicio público, incluidos aquellos que deben vigilar el cumplimiento de todas las medidas de seguridad.
En Génova, donde funciona desde hace tres años un viaducto alternativo al de Morandi, una ceremonia ha servido como homenaje a las víctimas. En representación del Gobierno ha acudido el ministro de Transportes, Matteo Salvini, quien ha señalado que "los 43 muertos no fallecieron por un desastre natural", sino "víctimas de la negligencia de alguien que no había hecho su trabajo".
En la ceremonia han participado otras autoridades nacionales, regionales y locales, entre ellos el alcalde de Génova, Marco Bucci, y en la principal plaza de la ciudad italiana se ha recordado la tragedia con una pantalla gigante para mostrar los hombres y apellidos de los fallecidos.