Publicado 23/06/2019 14:37

Iván Duque reconoce que el proceso de paz es frágil, pero insiste en su voluntad de llevarlo adelante

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El presidente de Colombia, Iván Duque, en una entrevista con Europa Press - EUROPA PRESS

   Afirma que su Gobierno tendrá "cero tolerancia" con actos deleznables o que violen los derechos humanos

   MADRID, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -

   El presidente de Colombia, Iván Duque, reconoce que el proceso de paz que vive su país desde los acuerdos de 2016 es frágil, pero ha mostrado la determinación de su Gobierno en avanzar y llevarlo adelante.

   Además, destaca que desde su llegada al poder en agosto de 2018 se están reduciendo los asesinatos de líderes sociales y asegura que su Gobierno tendrá "tolerancia cero" con cualquier violación de los derechos humanos.

   En un entrevista concedida a Europa Press y celebrada en París, con motivo de su gira europea, que le ha llevado a visitar Gran Bretaña, Francia y Suiza, el presidente Duque ha reconocido que el proceso de paz es "frágil", pero añade que se está avanzando en el proceso de reincorporación a la vida civil de los antiguos miembros de las FARC), que es lo más importante como desafío para Colombia. "Queremos que lo que dejen la violencia, entren en la legalidad exitosamente", destaca.

   Además, reconoce que de todos los retos que tiene este proceso, uno de los más importantes es el de la expansión de los cultivos de coca, y pone como ejemplo que éstos pasaron de las menos de 70.000 hectáreas en 2015 a las casi 209.00 hectáreas que encontraron a su llegada al Gobierno. "Construir la paz con esa expansión de la coca es muy difícil, pero estamos decididos a enfrentar ese fenómeno exitosamente", afirma.

   Para Duque, otro de los grandes retos en el proceso es el de garantizar que las personas que dejaron la violencia se integren plenamente en la legalidad, pero advierte: "Seremos contundentes e implacables con la reincidencia criminal".

   Respecto a la preocupación expresada por algunos organismos internacionales como la ONU por el proceso de paz, el presidente de Colombia asegura que no está en peligro, aunque advierte que el pueblo colombiano tiene también grandes expectativas respecto al comportamiento las de las FARC y señala tres factores necesarios: "Que digan toda la verdad de lo que fueron sus vínculos con el narcotráfico; que digan toda la verdad sobre el reclutamiento de menores y que entreguen todos los bienes que tenían sus cabecillas para la reparación de las víctimas porque las informaciones muestran que no todos los bienes fueron declarados". Y por último, pide: "Que haya un verdadero compromiso con la no reincidencia y que quien reincida tenga un rechazo abierto y público".

   Para el presidente, el resultado del proceso se resumirá en "genuina verdad, genuina justicia, genuina reparación con todos los bienes y que no se vuelva repetir".

   Respecto a la situación con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), señala que cualquier aproximación a un diálogo sólo se podría dar tras la liberación de todos los secuestrados todavía en manos del grupo y el final de todos los actos criminales. Y recordó el atentado del ELN que el pasado mes de enero acabó con la vida de 22 cadetes en Bogotá. "No puede haber una mesa para hablar de paz, mientras se cometen actos de terror", añade.

   Además, insiste en que el ELN ha estado protegido por "la dictadura" de Nicolás Maduro y que con su anuencia ha preparado atentados en suelo colombiano.

DERECHOS HUMANOS

   Respecto a la situación de los derechos humanos en Colombia, el presidente Iván Duque ha recordado que cuando tomó posesión ya reconoció que se habían producido asesinatos de líderes sociales, pero asegura que en sus diez meses de Gobierno estos crímenes ya se han reducido un 32 por ciento.

   Además, señala que la Fiscalía General de Colombia ha esclarecido el 56 por ciento de esos crímenes y que en su mayoría fueron perpetrados por grupos armados organizados, como el ELN, y por grupos vinculados a actividades criminales, como el narcotráfico y la extracción ilegal de minerales.

   Asimismo, resalta que en términos generales en Colombia se está produciendo una mejora en los índices de seguridad pública, y destaca el descenso en los índices de asesinatos, secuestros y robos.

   Respecto a la polémica de los falsos positivos (muertes que se hacen pasar como bajas en combate), el presidente admite que se produjeron en el pasado y asegura que lo responsables se tendrán que enfrentar a la Justicia, pero resalta que, en contra de lo publicado por algunos medios, en ningún documento oficial se señala que el aumento de bajas sea un indicador de éxito en la actuación de la Fuerza Pública colombiana.

   Así, aclara: "Hemos destruido estructuras criminales, como es nuestro deber, para proteger al pueblo colombiano". E insiste en que su Gobierno tendrá "cero tolerancia con actos que sean deleznables o que violen los derechos humanos".