Actualizado 16/07/2018 15:54

Iván Márquez insiste en que no tomará posesión de su escaño en protesta por la "desfiguración" de la paz

Iván Márquez
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   BOGOTÁ, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -

   El que fuera 'número dos' de la antigua guerrilla de las FARC, Iván Márquez, ha insistido este lunes en que no tomará posesión de su escaño en el Senado de Colombia en señal de protesta por lo que considera una "desfiguración" del acuerdo de paz.

   Márquez ya anunció el 25 de abril que renunciaba a su asiento en la cámara alta pero entonces esgrimió como única razón la detención de su compañero de lucha Jesús Santrich quince días antes en Bogotá por una orden de Interpol emitida a petición de Estados Unidos, que le acusa de continuar con el narcotráfico tras la firma del acuerdo de paz.

   El acuerdo de paz establece una amnistía para todos los delitos cometidos durante el conflicto armado, excepto los crímenes internacionales, que remite a la justicia transicional. Para quienes delincan una vez firmados los textos de La Habana, es decir, a partir del 24 de noviembre de 2016, contempla la justicia ordinaria.

    Márquez ha publicado una carta abierta en la que ha vuelto a denunciar "el montaje judicial urdido por el fiscal general y la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), que hoy tiene injustamente entre rejas a Jesús Santrich, y entre la vida y la muerte al proceso de paz".

   No obstante, ha indicado que, además del caso Santrich, hay otras dos "circunstancias" que hacen "insalvable" su toma de posesión el próximo 20 de julio, cuando está previsto que se constituya el Congreso surgido de las elecciones legislativas del 11 de marzo.

   Ha señalado en primer lugar a "la impresionante desfiguración" que, en su opinión, ha sufrido la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) --justicia transicional-- por las modificaciones operadas en el trámite parlamentario "al antojo de personas interesadas".

   Además, ha denunciado que "no se ve por ninguna parte la determinación de cumplir con asuntos esenciales del acuerdo de paz, como la reforma política, sin la cual no habrían condiciones para el tránsito de la rebelión armada a la política legal".

   "Es inconcebible que, cinco años después de aprobado el primer acuerdo parcial sobre tierras, éstas no se hayan formalizado o titulado a favor de los campesinos que actualmente las poseen (...) El ciudadano de a pie percibe también que tiemblan de pavor frente a los latifundistas y despojadores de tierras", ha mencionado.

   Márquez ha alertado de que "la paz de Colombia está atrapada en las redes de la traición, y no tanto porque no se haya materializado lo acordado, que requiere unos tiempos para su concreción, sino por las modificaciones introducidas que desfiguraron el acuerdo".

   El ex líder insurgente ha confiado en que "aún respira en la gran mayoría la esperanza de salvar este proceso de paz", si bien para ello ha subrayado que "es necesario volver al texto original", dejando atrás "ese Frankenstein" del que ha culpado al fiscal general, a la Corte Constitucional y a "algunos parlamentarios asustados".

   Márquez se ha comprometido a "trabajar día y noche sin cesar por la consolidación de la paz de Colombia" y ha instado a sus compatriotas a "no permitir que las obstrucciones señaladas echen a perder el más extraordinario logro de Colombia en las últimas décadas".

   "Que el caso Santrich y la perfidia o traición del Estado al acuerdo de paz no se nos conviertan en el detonante del retorno a la confrontación. No podemos permitir que se nos queme el pan en la puerta del horno. Nos más trampas concebidas para sabotear la paz", ha remachado.