Actualizado 30/04/2016 11:35

El jefe de la Agencia e Investigación Criminal anuncia que no dimitirá del cargo

Tomás Zerón
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CIUDAD DE MÉXICO, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -

   El jefe de la Agencia e Investigación Criminal (AIC) de México, Tomás Zerón, ha anunciado este domingo que no dimitirá del cargo que ostenta, un día después de que los padres de los 43 estudiantes desaparecidos hace más de un año y medio en Ayotzinapa reclamaran su cese.

   Zerón está acusado por las familias de los desaparecidos de colocar pruebas falsas en el río San Juan, donde se encontraron bolsas con restos humanos.

   Tras reunirse con el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), Zerón ha confirmado que no dimitirá de su cargo. "Ahora más que nunca estoy comprometido en el actuar en el ámbito de la responsabilidad de lo que hago con mi país", ha asegurado, en declaraciones recogidas por el diario mexicano 'El Universal'.

   Los padres de los 'normalistas' señalaron que la presencia de Zerón en el lugar donde se hallaron los restos fue ilegal. No obstante, el responsable de la AIC asegura que fue "una respuesta institucional" y que "se contó con el aval total" de la Procuraduría para salir a dar la rueda de prensa del miércoles.

IRREGULARIDADES EN LA INVESTIGACIÓN

   El GIEI ha denunciado múltiples irregularidades en la investigación sobre la desaparición de los 43 'normalistas', lo que ha llevado a las autoridades mexicanas a impedir que los expertos internacionales sigan colaborando en las pesquisas.

   Los investigadores de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han desmontado la versión oficial de la Procuraduría General de la República (PGR) sobre el caso Iguala, sugiriendo que la desaparición de los jóvenes, hace año y medio, podría estar relacionada con las rutas de la droga en el estado de Guerrero.

   La PGR sostiene que los 'normalistas' fueron víctimas de una venganza política del alcalde de Iguala. El regidor local se los habría entregado a Guerreros Unidos presentándolos como miembros de una banda rival y los sicarios les habrían matado e incinerado en la vecina Cocula.