Actualizado 03/12/2018 15:34

El juez Sergio Moro asegura que Bolsonaro no es "un riesgo" para la democracia brasileña

SERGIO MORO
REUTERS

   Insiste en que Lula está condenado porque cometió un delito, no por una "persecución política"

   MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -

   El juez federal Sergio Moro ha asegurado que el presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, no supone "un riesgo" para la democracia del país, subrayando que de otra forma no habría aceptado el cargo de ministro de Justicia y Seguridad Pública, desde el que pretende impulsar una agenda contra la corrupción y la violencia.

   "No veo que haya riesgo de autoritarismo o contra la democracia", ha dicho sobre la inminente llegada de Bolsonaro al Palacio de Planalto, en el marco del seminario internacional 'Grandes desafíos de Iberoamérica', celebrado este lunes en Madrid por la Fundación Internacional para la Libertad (FIL).

   Moro ha esgrimido que, si bien ha hecho "afirmaciones no muy correctas en el pasado, eso no significa que se vayan a traducir en políticas públicas concretas". Así, ha aseverado que tanto la prensa como las minorías, contra quienes ha cargado Bolsonaro en los últimos años, están a salvo.

   Además, ha recordado que durante la campaña electoral y tras la victoria en las urnas Bolsonaro "ha reafirmado de forma reiterada su compromiso con la democracia y el Estado de Derecha". "No hay riesgo de que se intente capturar a las instituciones o al resto de poderes", ha ratificado.

   En este sentido, ha subrayado que, como juez federal, "formado en el respeto a la ley y al Estado de Derecho", "jamás" habría aceptado el cargo si vislumbrara tales peligros.

AGENDA ANTICORRUPCIÓN

   Moro ha contado que Bolsonaro le llamó una semana antes de que se celebrara la segunda vuelta electoral del 28 de octubre para "sondear" si estaba interesado en sumarse a su eventual gobierno. "Me tentó con la oportunidad de hacer algo bueno por mi país", ha confesado.

   Dijo que sí porque "era una oportunidad para avanzar en la agenda anticorrupción en otro ámbito del poder". Moro ha argumentado que "los tribunales son una condición necesaria pero no suficiente para luchar contra la gran corrupción". "También son necesarias reformas generales que no puedo hacer como juez pero sí como ministro", ha dicho.

   Asimismo, ha señalado a la posibilidad de actuar desde el ámbito político contra la creciente violencia en el gigante suramericano. De acuerdo con Moro, en Brasil se cometen más de 60.000 homicidios al año con una impunidad del 90 por ciento.

IRRUPCIÓN EN POLÍTICA

   Por otro lado, Moro ha querido dejar claro que la condena que dictó en primera instancia contra el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, que finalmente se confirmó en segunda instancia con doce años de cárcel que purga desde abril, no es la causa de su entrada en política.

   "Una cosa no tiene que ver con la otra", ha sentenciado, defendiendo que "Lula fue condenado porque cometió un delito de corrupción", no por una supuesta "persecución política". A este respecto, ha apuntado que conoció a Bolsonaro después de la primera vuelta electoral del 7 de octubre y el caso 'Lava Jato' arrancó en 2014.

   Sobre las investigaciones que hizo como titular del Juzgado de Curitiba, ha relatado que fue "un trabajo muy difícil" --"no faltaron amenazas de toda índole"-- porque destapó "un esquema de gran corrupción" que afectó a políticos de todos los partidos, empresarios y hasta a otros países.

   En su opinión, el triunfo de Bolsonaro en las pasadas elecciones se debe a que los anteriores gobiernos permanecieron "inertes" ante una "corrupción sistémica" que ya quedó de manifiesto en 2012 con el caso 'Mensalao'. Ni los ejecutivos de Lula y Dilma Rousseff, ni su sucesor, Michel Temer, hicieron nada, ha reprochado.

   "Estos casos generaron una gran insatisfacción popular" a la que el futuro gobierno pretende dar respuesta, ha declarado. En lo que al Ministerio de Justicia y Seguridad Pública se refiere, ha prometido que procurará aportar "soluciones técnicas".

   Interrogado sobre si en un futuro podría aspirar a la Presidencia de Brasil, dada la fama que ha adquirido con el caso 'Lava Jato', el juez federal ha contestado tajante: "No (...) No tengo ambiciones políticas más allá de mi agenda de Justicia".