Publicado 09/03/2021 13:56

La Justicia de Malasia da la razón a Amnistía Internacional y falla contra la deportación de migrantes birmanos

Archivo - Migrantes birmanos.
Archivo - Migrantes birmanos. - MOHAMMAD PONIR HOSSAIN / REUT - Archivo

MADRID, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un tribunal de Malasia ha fallado este martes a favor del recurso presentado por la ONG Amnistía Internacional (AI) y ha señalado que las autoridades no pueden deportar a 114 migrantes a Birmania hasta que la Justicia revise una deportación realizada con anterioridad.

La petición de revisión, que fue presentada por AI y Asylum Access Malaysia, aseguraba que entre los deportados podrían incluirse "solicitantes de asilo, refugiados y niños que necesitan protección internacional".

A finales de febrero, un grupo de 1.086 migrantes fue deportado en varios buques birmanos al país a pesar de la decisión de la corte, que ha dado ahora luz verde para revisar estas deportaciones, todas ellas llevadas a cabo tras el golpe de Estado del 1 de febrero.

El Gobierno de Malasia, por su parte, ha indicado que los migrantes, que se encontraban detenidos en varios centros, habían entrado en el país de forma ilegal y decidieron regresar a suelo birmano voluntariamente.

Sin embargo, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) no ha logrado tener acceso a estos centros desde agosto de 2019, por lo que teme que algunos de los deportados el mes pasado fueran refugiados o solicitantes de asilo.

Para Amnistía Internacional y Asylum Access Malaysia, las deportaciones son "inhumanas" y ponen a los migrantes en peligro de sufrir malos tratos a su llegada a Birmania, donde el poder se encuentra ahora en manos de una junta militar.

"Aplaudimos la decisión del Tribunal Superior de Kuala Lumpur de proceder a revisar la decisión del Gobierno malasio de deportar a miles de birmanos en febrero", ha indicado la organización en su cuenta de Twitter.

Asimismo, ha matizado que además de "otorgar el permiso para que el caso siga adelante", el juez "ha extendido la suspensión (...) de la deportación de 114 ciudadanos birmanos hasta que el caso sea revisado".

Las autoridades malasias insisten en que ninguno de los deportados forma parte de la minoría musulmana rohingya, que según la ONU es víctima de un genocidio en el país.